viernes, 28 de febrero de 2014

28 de febrero: Nuestra Señora de las Lágrimas de Treviglio

Treviglio, en la diócesis de Milán y Bérgamo , contiene un magnífico santuario dedicado a Nuestra Señora de las Lágrimas, fruto de la fe generosa y agradecida de un pueblo muy religioso que sienten que deben su salvación a una intervención milagrosa de la Virgen.

En el primer semestre de 1500 en Lombardía es el costo de la lucha entre Francisco I, rey de Francia, Carlos V, emperador de Alemania, que quiere apoderarse de las posesiones francesas en Lombardía. El Teniente del Rey de Francia, en Milán , el mariscal Lautrec , definido por los escritores de la época "más duro que el diamante, el tigre más rudo."

Los franceses se vieron obligados a retirarse en Como, y allí, Lecco y Bérgamo , Cremona. Treviglio queda de nuevo bajo el dominio de la familia Sforza. El general de las tropas francesas ordena la destrucción de la ciudad , así como una advertencia a otros países.

El 27 de febrero 1522 en Treviglio llega la noticia de que se avecinan los enemigos con la intención de saquear y destruir la ciudad. Son inútiles todos los intentos de mediación por parte de los cónsules y el clero. La población, que ya había perdido toda esperanza, pone toda su confianza en Dios y en la Virgen María: las iglesias están llenas y la gente permanece despierta toda la noche en oración. En la madrugada del 28 de febrero, la ciudad despierta cargado con un silencio casi sepulcral, sólo roto por los sollozos de desesperación. De pronto una voz se extiende por cada distrit , recibido por una gran emoción: "¡Milagro! Milagro! La imagen de la Virgen en San Agustín llora y suda".

¿Qué ha sucedido ? A eso de las ocho que Viernes, 28 de febrero 1522, la imagen de la Virgen pintada en la pared de la iglesia de San Agustín, anexo al monasterio de los agustinos, comienza a derramar abundantes lágrimas de sus ojos y el sudor del cuerpo. Algunas mujeres están más cerca de imagen, sintiendo las gotas caen, ellos piensan que va a llover , pero la ventana el cielo está despejado y el goteo es abundante. Además, la pared al lado de la imagen esté completamente seco.

Entre el asombro y la emoción en general, todos notan que los ojos de la Virgen María derramaron lágrimas, y todo el cuerpo se unta con abundante sudor. Es un milagro, y la noticia empieza a correr por todas partes! Los soldados franceses se ven profundamente impresionados e informan a su general, quien a caballo, llega justo en la iglesia de San Agustín, entra y descubre que la imagen de la Virgen está velada por las lágrimas y el sudor. El milagro se prolonga durante seis horas consecutivas.

Toda la ciudad está llena de alegría. El general y la mayor parte de los oficiales, de rodillas, ponen a los pies de Nuestra Señora de las armas, armaduras y soberbias crestas.

La ciudad agradecida ha levantado un magnífico santuario de la Virgen María, un verdadero monumento de la fe y el arte, el fruto de los habitantes de Treviglio a María. Y la protección de Nuestra Señora de Treviglio se ha manifestado a lo largo de la historia en muchas otras ocasiones. El 14 de junio 1617, la milagrosa imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas se transfiere desde la iglesia de San Agustín en el nuevo santuario .

La fecha del 28 de febrero no se olvida, y todavía se vive con gran fe y devoción. Esa mañana, las campanas están en silencio, como el Viernes Santo, las personas se reúnen en el santuario tranquilo para orar ante la imagen de la Virgen, cubierta por un velo.

traducido por mallinista
(fuente: www.donbosco-torino.it)

jueves, 27 de febrero de 2014

27 de febrero: Nuestra Señora de los Remedios, Chiclana de la Frontera


El origen del culto público a Ntra. Sra. de los Remedios data, según la tradición, desde mediados del siglo décimo quinto. Es una de tantas imágenes medievales, que la piedad de los fieles ocultaría cuidadosamente, para librarla de las profanaciones de los moriscos. Una leyenda muy antigua nos refiere lo siguiente: En un lugar, conocido con el nombre de “Los Palmaretes”, distante medio kilómetro de la villa, se encontraba un pastorcillo, gobernando pacíficamente su rebaño, y, guiado por una luz resplandeciente, que brillaba sobre una palma, vio lleno de asombro aparecer en aquel mismo lugar la pequeñita y peregrina imagen, que en solemne procesión fue conducida a la Iglesia del antiguo Hospital de la Cofradía de San Martín (actual calle Convento).

A partir de 1.577 se establece en aquel antiguo Hospital la comunidad de frailes Agustinos Ermitaños. Estos ciñeron su cintura con la sagrada correa, distintivo de la Orden de Agustinos, y fueron desde entonces propulsores y pregoneros de su devoción y culto. Se narran algunos prodigios obrados por la Santísima Virgen de los Remedios. El 24 de Febrero de 1.738 libró a toda la comarca de una espantosa sequía.

En 1.616 la familia Molina levanta un retablo en la Capilla Mayor de dicho convento que presidiría la devota imagen de Ntra. Sra. De los Remedios.

En 1.656 la familia Molina, que poseía un asiento en el Altar Mayor de la Virgen de los Remedios en virtud del patronazjo, renunciaría a él, cambiándolo por una tribuna en el altar de Nuestro Padre San Agustín, ya que D. Esteban de Molina consideraba “que tener un asiento en el presbiterio era cosa indecente”, aunque seguiría conservando bóveda en el altar para enterrar a los miembros de su familia.

El 13 de Febrero de 1.738 se reúne el Concejo y toma la siguiente decisión: “Por experimentarse la falta de agua para los sembrados y demás frutos y gastos para la conservación de los ganados se haga novenario por este Cavildo, trayendo en procesión a Nuestra Señora de los Remedios y a Jesús Nazareno del Refugio del convento de religiosos agustinos desta villa, trayéndose a la iglesia mayor della, para requerir el Divino Auxilio a su Divina Majestad, para que usando de misericordia infinita y por la intercesión de dicha Nuestra Señora logremos su santo rocío”.

Los resultados no se hicieron esperar ya que tras la procesión del 21 de Febrero, el 24 comenzaba a llover copiosamente y continuaba el 27 en que se celebró un nuevo Cabildo con el fin de nombrar a la Virgen de los Remedios patrona de la villa. “En la villa de Chiclana de la Frontera, en veinte y siete días del mes de Febrero, año de mil setecientos treinta y ocho, estando el Concejo, Justicia y Reximiento della, juntos en su Cavildo y Casas Capitulares, como lo acostumbran, los señores Ldo. Don Alonso Valdés y Saavedra, abogado de los Reales Consejos, Corregidor, Justicia Mayor y Capitán de Guerra. Don Pedro Juan de Segovia, Alférez Mayor; Don Diego Sánchez; Don Cristóbal Zevada, Depositario General; Don Bartolomé Hariza; Don Cristóbal de Molina, Padre General de Menores; Don Francisco de Molina, Procurador Mayor; Don Francisco Basquez, Alcalde de Rentas; Don Cristóbal Paulino; Don Agustín de Guzmán, Alguacil Mayor, Rexidores Capitulares de dicho Concejo y ante mí el escribano mayor se acordó lo siguiente:

Punto 1º: En este Cavildo se dixo por sus mercedes que por otro celebrado en treze del que espira, se acordó, teniendo presente la gran falta de lluvias, traer procesionalmente de su convento de Nuestro Padre San Agustín a la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestro Padre Jesús del Refugio y a Nuestra Señora de los Remedios, hazerles novena para ymbocar su protección. Y que haviéndose traido dichas imágenes el viernes veinte y uno del presente, el veinte y quatro apiadándose la Misericordia Divina por los ruegos de su Divina Madre de los Remedios nos ymbió copiosas lluvias que hasta oi se han continuado. Y deviéndose tener por milagrosa respecto a las ningunas señales que presedieron y al grandísimo beneficio que se ha seguido: pues no auiendo llovido el año próximo pasado, se avían muerto los más de los ganados y perdidos todos los sembrados, haiándose oi todos en el más deplorable estado e imponderable conflicto, respecto a que auiendo ya tres meses y medio que no avía llovido, se continuavan los trabajos y los trigos en muchas partes estaban por nacer. Y considerando este Cavildo en la piedad correspondiente y de verdadera veneración a Dicha Deuota Imagen que en lo antiguo fue gran remedio de esta villa en sus necesidades y ahogos. Y que aunque en el año pasado y el presente se valió de otras devociones y le hisieron diferentes rogativas no se consiguió el deseado fin y beneficio, el que haora se ha logrado tan abundante. Y siendo justo corresponder en parte, agradecido este Cavildo a dicha Señora de los Remedios, así para recordar su memoria y devoción como para afianzar en su protección los beneficios, y que conste el que actualmente ha rezevido que, según todas las circunstancias, ha sido milagroso, acordó de conformidad se vote, como desde luego se vota, se haga fiesta perpetuamente a dicha milagrosa imagen de Nuestra Señora de los Remedios anualmente por el día ocho de septiembre, que es el que se venera, cuia función se execute en su convento de Nuestro Padre San Agustín desta villa asistiendo indispensablemente este Cavildo y que se le vote como se le vota y nombra Patrona desta villa para que en todas sus aflicciones, recurriendo a sus misericordias, experimentando sus remedios. Y que sin embargo de los notorios atrazos con que, por la calamidad de los tiempos, como cortedad de Propios, este Cavildo se halla, se le suministre en la fiesta en cada un año a la religiosísima Comunidad doscientos y quarenta reales para que con ellos se apliquen los treinta para limosna de misa, los sesenta para el sermón, los noventa para doze libras de zera que se pongan en el altary trono y los sesenta restantes para emplearlos en los fuegos o lo que sea. Y se entiende con la precisa circunstancias de que el Padre Predicador haia de ser de la Sagrada Religión Agustiniana y de nombramiento del Caballero Diputado que por esta villa se destinare: y que se le haga saver y de testimonio de este acuerdo para su aceptación a dicha sagrada religión por la que se entregue a este Cavildo el instrumento de obligación y aceptación, correspondiente para la perpetuidad de dicha fiesta. Y así se acordó.(1).

Un día después, la Comunidad agustiniana del convento de San Agustín, sita en la iglesia de San Martín, aceptaba las condiciones y acuerdos a que habían llegado los capitulares de Chiclana y enviaban al Concejo carta de aceptación:

“El Maestro Fray Joseph Londoña, calificador de la Suprema y General Inquisición, Prior de este Convento de San Agustín de esta villa de Chiclana de la Frontera, auiendo mandado tocar a consulta, en 28 de febrero del año de 1738, y juntos los P.P. de ella en la celda Prioral, propuso como esta villa y su cabildo avían determinado según el acuerdo que tuvieron el día 27 de dicho mes y año, el que en atención a el beneficio que avían resevido todos con el agua que con tanta abundancia avia imbiado Dios, después de una sequedad tan grande con que se avían remediado los campos, confesando que avía sido milagrosa y que avían conseguido tal favor por la interseción de María Santísima de los Remedios, imagen milagrosíssima que se venera en este convento, para cuio fin avían sacádola en procesión y llevádola juntamente con la imagen de Jesús del Refugio a la Parroquia, en donde se le está haciendo novenario, determinaron botar a dicha Imagen de Maria Santísima de los Remedios por su Patrona y hazerle una fiesta todos los años en el día ocho de septiembre, para lo cual determinaron no sólo concurrir con su asistencia la dicha villa, sino con la suma de 240 reales de vellón en cada un año, distribuidos los 60 para el predicador que ha de ser al arbitrio del Caballero Diputado que nombra la villa, o de este convento o de otro, como sea de Nuestro Sagrado Instituto, hijo de esta Provincia de Andaluzía de la Observancia y 30 de limosna de la misa cantada y 90 reales para la cera y los 60 restantes para fuego. De tal modo que los 240 reales se consuma en esto. Que si les parecía a los P.P. admitir dicha fiesta y si la suma era bastante a lo qual respondieron todos ser muy gustosos y que no solo se obligaban por sí y los que en adelante fueren a cumplir como por dicho Cabildo se pide, sino a salir a resevirlo y despedirlo la Comunidad con ábitos negros y repique de campanas quando vinieren a la función y a darle la paz en la missa por uno de los acólitos al mismo tiempo que a los religiosos, y a manifestar en dicho día 8 de septiembre la Imagen de Jesús del Refugio con sus luzes en atención a que por la invocación e interposición de aquestas dos prodixiosas imágenes se avía conseguido el beneficio. Y suplicaron al dicho Padre Prior diera las gracias a todos los Capitulares en nombre de la Comunidad y que pidiera el testimonio del Acuerdo para archivarlo y protocolarlo y para que se entendiera ser desde este año de 1738 de obligación de este Convento dicha fiesta y para ponerla en las tablas de sus memorias. Y así lo botaron del común consentimiento los que abajo firman en dicho día, mes y año ut supra.

Fray Joseph Landoña Fray Juan Ramos Fray Vizente Abreu (subprior) Fray Andrés de Aragón Fray Diego Rodríguez Fray Juan de Aguilar Fray Manuel Roigan Fray Manuel de Córdova Fray Bernardo de León (2)

A partir de este año, el Cabildo nombraría a primeros de cada año dos Diputados encargados de preparar la fiesta de la Patrona de la villa, el día 8 de septiembre. A la Patrona se recurría en adelante a las calamidades, pero también a otras imágenes de la villa como al Cristo de la Vera Cruz, Ntra. Sra. De la Soledad o al Cristo de la Humildad y Paciencia.

En 1.778 los Agustinos Ermitaños se trasladan a la nueva Iglesia de San Telmo y nuestra Patrona pasa a ocupar el altar que en la actualidad ocupa la imagen de Ntra. Sra. De las Lágrimas y Esperanza, ya que esta última imagen presidía el retablo principal con la advocación de Ntra. Sra. De las Angustias dando nombre al santuario.

El 12 de Julio de 1.916 y tras las gestiones llevadas a cabo por el virtuoso sacerdote Dn. Francisco Fernández Caro, conocido popularmente como el Padre Caro, el Papa Benedicto XV decreta el nombramiento de Patrona Principal de la ciudad de Chiclana a Ntra. Sra. De los Remedios, y con tal motivo se organizan durante aquel verano diversos cultos y actividades culturales extraordinarias.

El 12 de Julio de 1.991 con motivo de conmemorarse el 75 aniversario del nombramiento de Ntra. Sra. de los Remedios como Patrona de la ciudad, el día 12 de Julio, tuvo lugar Solemne Función Religiosa y Salida en Procesión Extraordinaria de la Bendita Imagen por las calles de su feligresía.

Dentro de los actos organizados en la ciudad con motivo de la conmemoración del VII Centenario de la fundación de la Villa, el día 6 de Septiembre de 2.002 se inauguraba un monumento en el lugar conocido antiguamente como los Palmaretes y donde según la leyenda en el año 1.565 se encontró la imagen de la Patrona. Por desgracia, en la inscripción de dicho monumento se ha olvidado la labor que durante cerca de tres siglos llevaron a cabo los PP. Agustinos Ermitaños, que fueron quienes tuvieron bajo su tutela el culto a nuestra Patrona desde el Siglo XVI al XVIII. Los PP. Agustinos Recoletos dirigen el culto a la Patrona desde su llegada a nuestra ciudad en 1.948.


LA HERMANDAD

La Hermandad Nuestra Señora de los Remedios desarrolla con motivo de la festividad de la Patrona de la ciudad del 30 de agosto al 7 de septiembre anual novena. El día 8 de Septiembre, festividad de la Virgen de los Remedios, se reza el rosario de la aurora a partir de las 7,30 h., después será la misa y a las 11,00 se celebra la función principal y a su término comienza la ofrenda floral ante el mosaico instalado por en la iglesia de San Telmo. A las 20,30 h. sale en procesión la imagen de la Patrona por La Plaza, Joaquín Santos, Constitución, Vega, La Fuente, Plaza España, Alameda del Río, La Plaza y a su templo. En la Alameda, en presencia de la Stma. Virgen se procede a la pisa de la uva y se bendice el primer mosto.

La Virgen es portada por costaleros, turnándose cada año la peña Nazarena y la peña de costaleros "La Ilusión".

Nuestra Señora de los Remedios, descubierta en el siglo XVI, recibe culto en la Iglesia de San Telmo. En el emplazamiento de una ermita se construyó esta iglesia en 1783, a la que se trasladaron los religiosos agustinos. En su interior destacan los retablos y algunos cuadros como la Inmaculada del Mulato. En cuanto al exterior es de notar la espadaña angular de concepción muy singular. escrito por José Reyes Cabeza

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE CHICLANA.
Actas Capitulares.
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CÁDIZ.
(fuente: www.rafaes.com)

miércoles, 26 de febrero de 2014

26 de febrero: Nuestra Señora de los Campos

En París, en el actual territorio de la parroquia se construyó un templo para la adoración del dios Mercurio. Después de la predicación de los primeros apóstoles de la región de París, aquel templo fue dedicado a la Virgen María, y se hizo conocida como Nuestra Señora de las Vides.

Tiempo después, el Rey Robert " El piadoso " (996-1031) ordenó reconstruir el templo para honrar el lugar donde San Denis habría celebrado los santos misterios.

Al mismo tiempo, los benedictinos fueron autorizados para hacerse cargo de ese templo mariano y establecer allí un priorato. Los viñedos que rodeaban el convento fueron arrancados, y la iglesia fue reconocida por primera vez bajo el nombre de "Nuestra Señora de los Campos".

En 1603, los benedictinos entregaron el cuidado del templo a las religiosas carmelitas. Se edificó allí un monasterio que fue uno de los lugares más famosos de Luis XIV.

La Revolución Francesa hizo cerrar el convento, la iglesia fue destruida y la advocación de Notre- Dame- des -Champs pasó al olvido.

En 1858, se creó la parroquia de Notre -Dame -des- Champs. Luego, el día 17 de marzo 1867 se puso la piedra fundacional de la primera piedra de la actual iglesia. El 31 de octubre 1876 recibió la bendición de la iglesia y el 25 de marzo 1912 por la consagración Cardenal Amette , arzobispo de París.

traducido por mallinista
(fuente: www.paroisse-ndc.com)

martes, 25 de febrero de 2014

25 de febrero: Virgen María de Iver o Panagia Portaitissa

El Icono de la Virgen de Iver o Panagia Portaitissa originalmente se considera pintado por San Lucas y tiene una larga fama de milagros. Es tradición su lacrimación en las Iglesias Ortodoxas. A fines de la década del 50 y comienzos de la del 60, en los EE. UU. en el seno de una familia griega que pertenece a la Iglesia Griega surgió un icono de la Virgen de Iver que lloraba.

El caso más notorio es el de un Icono, del que José Muñoz (Ortodoxo Ruso) es su custodia, que exhala aceite santo desde la década de los ’80 en Montreal y donde éste lo lleve. Aquí hay algunos pasajes de un reportaje de 1983.

En diciembre de 1986 el New York Times da cuenta de un “Icono de la Virgen de Iver que atraía multitudes en una pequeña iglesia Ortodoxa de Chicago. El icono rojo y dorado, de 0,90 x 1,50m (3 x 5 pies) está pintado sobre una tela pegada a una gruesa madera terciada de 1,25m m de espesor, y fue pintado hace 23 años por Constantino Youssís, un artista de Manhattan”.


HISTORIA DEL MILAGROSO ICONO

El primer icono de Iver (Iver o Iveria) que ahora se conserva en un monasterio en el Monte Athos, Grecia, fue pintado, según dice la tradición, por el Apóstol y Evangelista Lucas.

En el Siglo IX el icono estaba en casa de una viuda que vivía cerca de Nicea. Esta ciudad de Asia Menor que no existe hoy en día, se hizo famosa debido a los dos Concilios Ecuménicos que se llevaron a cabo allí. Entre otras cosas, en el último Concilio (séptimo en orden numérico y segundo celebrado en esa ciudad), después de luchar largo tiempo contra los iconoclastas, se logró restablecer la veneración a los iconos.

Durante el reinado de Teófilo (Emperador de Bizancio quien estaba en contra de los iconos), cierta vez los soldados entraron en casa de la viuda para confiscar todos los iconos. Entre ellos estaba el de la Virgen María, pintado por el Apóstol Lucas, que ocupaba un lugar preponderante. Uno de los soldados asestó un golpe al icono con su espada y al instante salió sangre de la mejilla de la Virgen María de ese lugar.

Profundamente conmovido por este milagro, el soldado se arrepintió de haber cometido ese sacrilegio, dejó de apoyar la herejía que iba contra los iconos y al poco tiempo se recluyó en un monasterio, donde posteriormente se hizo monje.

Siguiendo los consejos del soldado arrepentido, la viuda decidió ocultar el icono de la Virgen María para protegerlo contra posibles ultrajes posteriores y después de orar, lo colocó sobre las aguas del mar, alegrándose mucho cuando el icono se paró en forma vertical y comenzó a desplazarse hacia el oeste por las aguas.

Escapándose de la herejía de los iconoclastas el hijo de la viuda dejó Nicea y se instaló en Athos, donde pasó el resto de su vida como monje. Precisamente de él los monjes de Athos escucharon hablar sobre ese icono, que su madre había dejado ir por las aguas del mar. Los monjes de Athos conservaron durante mucho tiempo esa leyenda sobre el milagroso icono.

Muchos años más tarde el icono apareció de repente, como dice la tradición de Athos, rodeado de fuego en las cercanías del monasterio de Iver. Por aquel entonces en el monasterio de Iver vivía el Santo monje Gabriel, quien era de procedencia georgiana. La Virgen María se le presentó en sueños y le indicó que le dijera al abad y a los hermanos del monasterio que Ella deseaba darles Su icono como ayuda y protección, y solicitó a Gabriel que se dirigiera sin temor, caminando por el agua, hacia el icono y que lo tomase en sus manos.

Cumpliendo las indicaciones de la Madre de Dios, dice la tradición, Gabriel caminó por el agua, como sí lo hiciera por tierra firme, tomó el icono y lo llevo a la orilla. El icono fue llevado al monasterio y colocado en el altar.

Al día siguiente los monjes no lo hallaron en el mismo lugar; lo encontraron en la pared sobre el portón de entrada del monasterio. Volvieron a colocar el icono en el altar, pero al día siguiente otra vez volvió a estar arriba del portón de entrada. Esto se repitió varias veces, hasta que la Virgen María le reveló a Gabriel en sueños que no deseaba ser protegida por los iconos, sino que quería ser Ella la Protectora del Monasterio.

Consecuentemente, se edificó una iglesia en el lugar del portón principal, donde se conserva el icono hasta hoy en día. Por estar en el Monasterio de Iver, el icono también fue denominado Virgen María de Iver y por su ubicación, “Portaitisa,” cuidadora del portal.

Los peregrinos al Monte Athos llevaron a Rusia noticias sobre el icono ortodoxo de Iver. En el siglo XVII un Archimandrite del monasterio de Novosspassky en Moscú, Nikon (el futuro Patriarca), se dirigió al abad del monasterio de Iver solicitándose que envíe a Rusia una copia del milagroso icono de Iver, lo que fue hecho. Antes de la revolución (1917) este icono se encontraba en una capilla edificada cerca de los muros del Kremlin; pero esta capilla fue posteriormente destruida por la revolución.


EL ICONO QUE EXHALA CRISMA

En septiembre de 1983 se realizó una entrevista a José Muñoz (Chileno que vive en Canadá), de la Iglesia Ortodoxa Rusa, cuando el icono de Iver estuvo en el Monasterio de la Santísima Trinidad, Jordanville, Nueva York, EE.UU. Este icono exhala aceite santo.

Estos son algunos pasajes de la extensa entrevista.

-Hace casi un año atrás dos de mis amigos y yo viajamos desde Canadá al Santo Monte Athos. Yo tenía muchos deseos de visitar la celda de los Darlileos, en la cual hay una escuela donde todavía pintan iconos de acuerdo con las antiguas tradiciones.

Llegamos a la ermita de Kapsokalivia. Al mirar vimos que abajo se veía una ermita muy grande. Bajamos por la montaña y resulto ser la del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. El prior de esa ermita nos recibió cálidamente y nos convidó con té y turrón turco en el patio. Después de eso, cuando ya entramos en el edificio, vi en el taller este icono de la Virgen. Realmente nunca podré describir lo que sentí cuando lo vi, creo que mi corazón se dio vuelta en mi alma. Este icono se transformó en algo que quise mucho desde el primer instante. Como se trataba de un taller donde se pintaban iconos, les pedí a los monjes que me lo vendieran.

Pero me dijeron que precisamente ese icono no se vendía ya que se trataba de uno de los primeros pintados en esa ermita. Insistí durante mucho tiempo para que me lo vendieran, pero los monjes me dijeron muy cortésmente que no podían hacerlo.

A la noche, cuando estuve en la liturgia, en el momento en que se cantaba el “Digno Es” me hinqué prosternándome y recé fervorosamente ante la Virgen María: “Ya hice todo lo que humanamente se puede hacer, les ofrecí dinero e insistí muchísimo ante el prior del monasterio. Madre de Dios, ven con nosotros igual a América porque te necesitamos.”

Después de esta oración sentí una gran paz interior, como si tuviera la certeza de que la Santísima Virgen accedería a nuestros ruegos e iría con nosotros.

Al terminar la liturgia nos preparamos para salir de la ermita. En el momento de irnos apareció el prior con el icono envuelto en papel y me dijo que la Santísima Virgen quería viajar con nosotros a América. Cuando el prior me dio el icono quise entregarle dinero, pero no lo aceptó pues dijo que, no podía recibir dinero por un objeto sagrado.

-El Icono lo pintó el padre Crisóstomo. En esta ermita hay reglas monásticas muy estrictas y los monjes que pintan iconos ayunan todo el tiempo que dura la pintura y además durante la pintura se leen los Salmos.

-Subimos al bote y cuando navegábamos en dirección a Dafae, yo escuché una fuerte voz interior que me decía con gran insistencia “Ve al monasterio de Iver y coloca tu icono de la Virgen de Iver junto al famoso icono milagroso de la Virgen en Iver que está en ese monasterio”. Aceptando las indicaciones de esa voz fuimos al monasterio de Iver y lo hicimos.

-Pasaron tres semanas durante las cuales yo todas las noches leía el Acatistos a la Santísima Virgen en Canadá. Una noche me desperté alrededor de las 4 de la madrugada y sentí que había un aroma muy agradable que llenaba toda la casa, no solo mí habitación, sino toda la casa.

Al día siguiente, cuando comencé las oraciones matutinas, miré el icono y vi que de la mano de la Santísima Virgen María salían chorritos que se dirigían a la parte inferior del icono. Le dije a mi compañero que tuviera cuidado cuando echaba aceite dentro de la lámpara, pues pensé que él lo derramó cuando la rellenó. Me contestó que no había llenado la lámpara con aceite. Tomé entonces el ícono y lo limpié y me di cuenta de que el aroma procedía del icono.

Al poco tiempo nos visitó el ieromonje Iríneo y me dijo que había que llevar el Icono a la iglesia, y así lo hicimos. Al traer el icono a la iglesia lo llevamos al altar, colocándolo sobre el “Trono” (en la Iglesia Católica Romana, altar) y el padre Iríneo lo bendijo nuevamente (el Icono ya había sido bendecido en el Monasterio de Iver y en Pretato, donde me dieron también permiso oficial sellado, permitiéndome trasladarlo del Monte Athos). Del icono colocado sobre el “Trono” durante toda la misa salían chorritos de crisma de la mano del Niño Jesús.

-Poco después el Arzobispo Vitaly se enteró sobre el milagro y nos pidió que fuéramos al monasterio. Cuando llegamos allí con el icono envuelto en un paño que estaba todo embebido en crisma, el Arzobispo antes que nada tomó un algodón y lo secó completamente, sacando de esta manera todo el crisma que había sobre el icono. Luego lo tomó y fue con él por todas las habitaciones de los tres pisos del monasterio. Cuando volvió nuevamente a la iglesia el icono estaba otra vez recubierto de crisma y chorreaba por las manos del Arzobíspo, quien se inclinó ante la imagen y dijo que estaba sucediendo un milagro extraordinario. Luego se llevo el icono a la catedral. A partir de ese momento el crisma nunca dejó de brotar, salvo una vez durante la Semana Santa de este año.

-Siempre ha salido del mismo lugar, el cual nunca cambió. Sale de las manos de la Santísima Virgen y de la estrella que se encuentra en su hombro izquierdo, y solamente a veces de las manos de Nuestro Señor Jesucristo. El crisma fluye hacia abajo. Es extraordinario que salga solamente del lado donde está la imagen de la Sma. Virgen y del Niño Dios, pero no pasa al reverso del icono, donde la superficie está completamente seca.

-El ícono tiene aproximadamente 45cm x 25cm.

-Su excelencia el Arzobispo Vitaly y otras personas me dijeron que este icono de la Sma. Virgen pertenece al tipo denominado “Odikiriy” (conductores o guías del camino), los que indican el camino correcto. Y que el aroma atrae a las personas. El mismo icono nos atrae con este aroma tan especial que sale del crisma que exhala, para que sigamos el camino que nos indica la Madre de Dios.

-Mi primer viaje fue a la capital de los EE.UU., Washington D.C., por invitación del Padre Viktor Potapoff, quien quedó muy impresionado con el milagro. Lo que más me llamó la atención durante todos mis viajes por las diferentes parroquias fue que la Sma. Virgen llegaba al fondo del alma de las personas. En todas las iglesias que visitó el icono siempre hubo gran cantidad de fieles que se confiesan y comulgan. Hasta me escribió una carta A. Solzhenytzin.

-Hace poco estuve en Los Angeles, donde conocí a una señora cuyo hijo falleció en un accidente automovilístico. Esa señora estaba acumulando píldoras tranquilizantes que le daba el médico para tomarlas todas juntas de una sola vez para dejar de existir. Pero alguien le dijo que iban a llevar a su parroquia el icono de la Sma. Virgen del cual emanaba crisma, y cuando ella fue a verlo, se impresionó tanto que enseguida fue a confesar todos aquellos pecados que estaba por cometer. “Me quería quitar la vida porque pensaba que Dios no estaba con nosotros, que Dios nos dejó y que la Madre de Dios tampoco está con nosotros. Pero ahora veo que está aquí con nosotros en nuestra propia iglesia”.

-Se curó un niño paralítico en la ciudad de Washington, D.C. Otro caso sucedió en Montreal con el Sr. Sídoroff, que tenía cáncer de columna y no podía moverse. Fuimos a visitarlo al hospital y allí rezamos un “Moleben” (Te Deum) con himnos de alabanza a la Sma. Virgen. Esa persona nos dijo que se había impresionado muchísimo con el milagro. En los días sucesivos su salud comenzó a mejorar y ahora ya salió del hospital.

-Hay otro caso más. Una mujer que padecía de pulmonía en un grado muy avanzado, durante la Cuaresma pidió que se rezara un Te Deum con himnos de alabanza a la Sma. Virgen. El médico que la estaba atendiendo le avisó que no debía salir de la casa porque la enfermedad se iba a agravar y que se iba a morir. La enferma contestó “Voy a ir porque se va a celebrar un “Moleben” a la Sma. Virgen” y decididamente fue a la iglesia. Al volver a su casa estaba completamente sana.

-Pero lo que me sorprende más es que el icono de la Sma. Virgen trae paz. En una parroquia hubo grandes discordias internas antes de que llegáramos con el icono. Una vez que llegamos se olvidaron todos los inconvenientes y surgió la paz, que sigue existiendo hasta ahora, según me informaron.

-Sucede que muchos no quieren alejarse de él. En Los Ángeles, después de la misa el Arzobispo Antonio me pidió que me quedara junto al icono mientras él iba a almorzar. Después nos quedamos en la iglesia hasta las 11 de la noche. La gente no quería irse. En los lugares donde llega el icono se percibe una gracia especial.

-Los católicos demuestran muchísimo respeto hacia el icono y muchos vienen a nuestra iglesia. Cuando estuve en Washington había varios sacerdotes católicos en la iglesia. Un Obispo católico de Haití vino a mi casa y me pidió que le ungiera los ojos con el crisma ya que padecía de cataratas. Con posterioridad recibí una carta suya en la que me decía que veía mucho mejor después de que se ungieran sus ojos con crisma.

-Cierto obispo me decía que el hecho de que el icono a veces exhala más crisma y otras menos, es un indicio de que no está en nuestras manos regular este evento, ello sucede debido a la voluntad de Dios. La Sma. Virgen hace aparecer más o menos crisma cuando Ella quiere. Pensamos que este hecho depende también de nuestras oraciones ante el icono. Cuando nuestras oraciones son fervientes, entonces la Madre de Dios nos bendice con abundancia de crisma. Son muy felices las personas que han podido presenciar este milagro.

Quien realizó la entrevista dice que el crisma que exhala el icono tiene un aroma muy agradable y aparece en abundancia, y en especial cuando los presentes oran con fervor. Se parece a un aceite, pero cuando uno lo coloca sobre el dedo desaparece rápidamente; sin embargo, sale tal cantidad del icono que no tiene tiempo de evaporarse. Es interesante que aún cuando el algodón se seca totalmente, el perfume queda.


LAS CELEBRACIONES

El icono original de la Virgen de Iverón se conmemora:

- El 25 de febrero según el calendario juliano, el Viernes Claro (por su apariencia en el Monte Athos y por la copia milagrosa de Mozdek, Georgia);
- El 13/26 de octubre (por la llegada a Moscú en 1648 de la copia que pidió el Patriarca Nikon) y
- El 26 de septiembre/el 9 de octubre (por la llegada a Georgia en 1989 de otra copia).

El ícono de Montreal, es decir la copia del original que tenía el Hermano José, se conmemora el 11/24 de noviembre, cuando la copia empezó a exudar mirra.


EL MONASTERIO DE IVERON

El Monasterio de Iviron es el tercer monasterio de la jerarquía de los monasterios del Monte Athos. Contiene el original del ícono de Iveron (o Iverión o Iver) de la Portaitissa.

Su nombre proviene de que fue fundado entre 980 y 983 por dos monjes georgianos (Ibires), Ioannis y Efthymios. La tradición dice que la Virgen María visitó este lugar con su hijo y ella le pidió el lugar como regalo. Este es el motivo por el que este lugar, así como todo el Monte Athos, es muy devoto a la Virgen (Panagia).

El monasterio de Iviron está dedicado a la memoria de la Dormición de la Virgen María. Situado sobre una pintoresca ensenada en el lado noreste de la península, cerca de un arroyo que brota de las aguas, que se alcanza después de media hora de fácil descenso a pie desde Karyes.

El katholikon del monasterio está dedicado a la Asunción de la Bienaventurada Virgen María. Restaurado en 1513, fue construido originalmente en la primera mitad del siglo XI por el monje Ibérico George Varasvatzes, que durante muchos años ocupó el cargo de abad. Se encuentra casi en el centro del terreno, y sigue el plan típico de las iglesias bizantinas atonitas. En el magnífico mármol del piso se ven varios patrones geométricos con la inscripción en letras mayúsculas “yo levantanré estas columnas y no serán conmovidas por el tiempo. George el Ibérico, monje y fundador”.

Las pinturas murales pertenecen a diferentes períodos entre los siglos XVI y XIX, cuando fueron repintadas. De interés es también el iconostasio de madera postbizantino tallada con un rico follaje, la puerta finamente labrada en plata y ébano que lleva del exo-nártex al atrio interior, y los siete candelabros de plata ramificados en forma de un árbol de limón con treinta limones dorados. Según la inscripción métrica en ruso y griego, fue presentado al archimandrita Cirilo por los habitantes de Moscú en 1818 como regalo para su monasterio. Un tercer atrio, de cristal decorado con pinturas murales se añadió al nártex doble en 1795.

Delante de la iglesia se encuentra el Phiale para la bendición de las aguas, reconstruido después del incendio de 1865. Frente a la puerta oeste de la iglesia está el refectorio, que fue reconstruido y ampliado por el archimandrita Athanasios en 1848. El campanario de altura por encima de la entrada se construyó en el mismo año.

Al monasterio de Iviron pertenece la ermita de San Juan el Bautista.

El tesoro de Iviron contiene una de las colecciones más ricas y más valiosa de Athos. Se encuentra junto a la biblioteca en un nuevo edificio de un piso. Sus tesoros son de inestimable valor, e incluyen vestiduras sacerdotales bordadas en oro, platería eclesiástica, cruces, cupas de comunión, pectorales, mitras, el vestido completo sacerdotal del IV Patriarca Dionisio, el manto de Gregorio V, una cortina finamente bordadas de la Puerta Real, el trabajo de la bordadora Kokkona Orologa que representa la Asunción de la Virgen María, y muchos otros objetos sagrados y reliquias. Por último, el llamado sakkos del emperador Juan Tzimisces se muestra en la biblioteca. Esta vestidura litúrgica está decorada con diversos arabescos y las representaciones de cabezas de león.

La biblioteca está ricamente surtida y bien organizada. Contiene más de 2.000 manuscritos, que varían ampliamente en su contenido y de diferentes materiales, y 15 rollos litúrgicos. De estos 123 son códices escritos en pergamino, otros 23 en bombasine o papel. A estos hay que añadir cerca de 100 textos de pergamino en el idioma georgiano, ilustraciones de varios de los manuscritos griegos. Además de sus manuscritos, la biblioteca contiene más de 15.000 libros impresos, entre las cuales hay algunas primeras ediciones muy finas e incunables.

La biblioteca también contiene varios documentos importantes imperiales y patriarcales, los más notables son los chrysobulls del emperador Constantino VII Porphyrogenitos (946 y 958), Romanos II (960) y Basilio II.

(fuente: www.forosdelavirgen.org)

lunes, 24 de febrero de 2014

24 de febrero: Nuestra Señora de la Confianza

La Madonna della Fiducia nació por intermedio de la Venerable Clara Isabel Fornari en el primer tercio del siglo XVIII, que recibió de la Virgen María el anuncio de las gracias que concedería por intermedio de la imagen.

La imagen más famosa se encuentra en el Seminario Mayor de Roma, cuyos seminaristas fueron agraciados por muchos favores, y al que concurre tradicionalmente el Papa a visitarla los 24 de febrero.

La devoción a Nuestra Señora de la Confianza surgió en Italia hace casi tres siglos, vinculada a la Hermana Clara Isabel Fornari, clarisa fallecida en 1744. Abadesa del monasterio de la ciudad de Todi.

La abadesa, hoy Venerable hermana Clara Isabel Fornari, abrazó una vida severa de la penitencia y fue favorecida con muchas gracias místicas; incluso recibió los sagrados estigmas de la pasión de Nuestro Señor.

Sor Clara llevaba siempre consigo un milagroso cuadro que representa a la Virgen con el Niño Jesús en los brazos. A esa pintura se atribuían gracias y curas numerosas, y ya en el S. XVIII comenzaron a circular por Italia copias, dando origen a la devoción de la Santísima Virgen bajo el título de Madre de la Confianza.

La pintura fue pintada por el gran pintor italiano Carlo Maratta (1625-1713), que fue nombrado caballero por el Papa Clemente XI en 1704 y se hizo pintor de la corte de Luis XIV el mismo año. Se dice que el renombrado artista dio esta pintura a una joven noble, que se convertiría en la abadesa del convento de Pobres Clarisas de San Francisco en la ciudad de Todi.

La Hermana Clara Isabel tenía una gran devoción a la Santísima Madre, como todos los Santos y un apego muy especial a esta imagen maternal de la Virgen con el niño divino. Nuestra Señora hizo una promesa notable a la hermana Clara Isabel que ganaría gracias especiales para ella, sus hermanas y todas las personas a través de las épocas veneraran esta imagen.

Muchas personas, especialmente los conversos, aumentarán su devoción a la Virgen y pregunto cómo proceder. En esta promesa se encuentra una solución simple: simplemente vaya a nuestra Señora de confianza y le pídaselo. Mi Madre Celestial, con el amor de una madre verdadera, me aseguró que ella daría una especial sensibilidad y devoción hacia ella a todos los que contemplaran este imagen (esta promesa, por supuesto, no sólo se aplica a la imagen original, sino también a todas las copias de la misma que circulan).


LA IMAGEN EN EL SEMINARIO MAYOR DE ROMA

Debido a las numerosas curas y conversiones realizadas por la intercesión de la Virgen de la Confianza, copias del retrato fueron hechas y distribuidas. Una de las copias acabó por tornarse más célebre que el propio original, que está en Todi.

Fue llevada al Seminario Mayor de Roma —el principal del mundo, por ser el seminario del Papa—, donde se convirtió en la Patrona. Todos los años es venerada por el propio Pontífice, quien va a visitarla en la fiesta de la “Virgen de la Confianza”, el 24 de febrero.

Cuando allí fue colocado, venía acompañado de un antiguo pergamino, que aún se conserva, y que trae estas consoladoras palabras de Sor Clara Isabel: “La divina Señora se dignó concederme que toda alma que con confianza se presente delante de este cuadro, experimentará una verdadera contrición de sus pecados, con verdadero dolor y arrepentimiento, y obtendrá de su Divinísimo Hijo el perdón general de todos sus pecados. Además esa mi divina Señora, con amor de verdadera Madre, condescendió en asegurarme que a toda alma que contemple esta imagen, concederá una particular ternura y devoción hacia Ella.”

Desde el inicio, la Virgen mostró a los seminaristas que, si recurriesen a Ella bajo la invocación de Nuestra Señora de la Confianza, podían contar con su auxilio en toda circunstancia por más difícil que fuese.

Nuestra Señora de la Confianza los protegió en tiempos de crisis. Ella concedió la plena protección a los seminaristas contra el flagelo de la gripe asiática, que se cobró muchas vidas en Roma en 1837, y otra vez en 1867 en que una epidemia de cólera alcanzó la Ciudad Eterna, y en las que el Seminario Romano se vio milagrosamente libre por la poderosa intercesión de su Patrona.

También, durante la Primera Guerra Mundial, cerca de cien seminaristas fueron enviados al frente de batalla, y se colocaron bajo la especial protección de la “Madonna”. Todos regresaron vivos, lo que atribuyeron a la Santísima Virgen. En agradecimiento, entronizaron el venerable cuadro en una nueva capilla de mármol y plata y coronaron a la madre y el niño con oro y diademas.


LA IMAGEN

La devoción a la “Madonna della Fiducia” se muestra particularmente benéfica cuando se reza la jaculatoria “¡Madre mía, confianza mía!”. Muchos son aquellos que se fortalecen en la confianza, o la recuperan, apenas por contemplar esa bella pintura, sintiéndose inundados por la mirada materna, serena, cariñosa y alentadora de la Reina del Cielo.

Esta imagen fomenta e inspira confianza. Conforme a lo habitual en el estilo renacentista de representar a la Virgen y a los Santos como tipos regionales, la Virgen, con su cabello castaño, ojos color avellana y piel suave, aparece como una belleza del Norte de Italia. Serena y noble, ella lleva en sus brazos su gran tesoro, que tiene el aire de mando, de un gran príncipe, que con un gesto imperativo sorprendente, Nuestro Señor apunta directamente a la madre, como diciendo, “si quiere venir a mi, vaya a ella. Todo lo que ella me pida, se lo daré.”

La imagen nos enseña lo que siempre ha ordenado la Santa Iglesia: nuestro Señor Jesucristo siempre actúa a través de María como un canal. Tienen lugar por medio de y a través de la intercesión de esta Madre Santísima todas las conversiones y favores.


SOR CLARA ISABEL FORNARI

Nació en Roma el 25 de Junio de 1697 y fue bautizada como Ana Felicia Fornari. Murió en Todi en 1744.

Cuando tenía apenas 15 años, ingresó en el convento de las Clarisas de Todi, al año siguiente hizo sus votos y tomó el nombre de Clara Isabel.

A esta edad comenzó a tener fenómenos extraordinarios que se repetirán en su vida.

En sus largos y frecuentes momentos de éxtasis tuvo visitas de Jesús, Nuestra Señora, Santa Clara de Asís y Santa Catalina de Siena.

Durante uno de estos momentos, Jesús puso un anillo en su dedo, y la llamó su “esposa en el dolor”.

Los médicos y el confesor atestiguaron que sus éxtasis eran reales.

Sus manos, sus pies y su costado se marcaron con los estigmas de la Pasión de Jesús, y a veces le sangraban.

En su cabeza una corona de espinas que atravesaban su interior. Por la frente sudaba gotas de sangre.

El demonio, descontento suponemos con tanta inspiración divina, la sometía a un miedo continuo. Le daba golpes, la tiraba por las escaleras y le metía en la cabeza la idea de que se suicidara.

Ella, sin embargo, se sentía consolada por Dios y le alentaba en el camino a la santidad.

Además de su intermediación para el inicio de la advocación de la Madonna de la Fiducia, en 1735, Sor Isabel Clara Fornari, modeló en cera, la que llegaría a ser la milagrosa imagen de la Virgen Niña, con el atuendo propio de la época.

(fuente: forosdelavirgen.org)

domingo, 23 de febrero de 2014

23 de febrero: Nuestra Señora de Roche

Nuestra Señora de Roches, advocación originada en las cercanías de la Ciudad de Salamanca (España) hace referencia a una imagen mariana allí venerada, la cual fue encontrada milagrosamente en el año por Simón Vela y dió origen a una iglesia.

Simon, en realidad, habría nacido en el año 1401 en París (Francia) y el hallazgo milagroso del año 434 se habría producido en realidad en 1434.

Simon Vela nació el 4 de septiembre 1401, en ​​la ciudad de París, de padres piadosos y ricos. Fue educado en la fe católica y era desapegado a los bienes materiales. Ya en la adultez, cuando heredó el dinero y los bienes de sus padres, lo reconoció por la amenaza a su bienestar espiritual por lo que lo donó entero a la iglesia y para aliviar a los pobres. Una vez que había donado toda su herencia, se fue a un monasterio franciscano.

Simon pasó una gran cantidad de tiempo en la oración, y especialmente dedicado a la Santísima Virgen María. Cierta vez, mientras oraba preguntó a la Madre de Dios, si había algo que pudiera hacer agradable con ella. En una de estas ocasiones se quedó dormido mientras rezaba y despertó de repente cuando oyó una voz le habló desde la iglesia vacía: "Simón, despierta; de ahora en adelante tu nombre será Simón Vela. Debes ir a la Pena de Francia, porque no se encuentra el Santuario de la Santísima Virgen María".

Simon viajó durante cinco años sobre los campos y las montañas, buscando a través de los valles solitarios y cuevas sombrías en su búsqueda de un lugar llamado "Pena de Francia", pero él ni siquiera podía encontrar a alguien que nunca había oído hablar del lugar. A punto de darse por vencido en la frustración, ya había comenzado a trabajar su camino de regreso a casa desde España, cuando la voz le habló desde la oscuridad una vez más:

"Simón, no te rindas la búsqueda; no te rindas lo que han comenzado. Persevera y tus trabajos serán recompensados​".

Sintió en su interior que era la voluntad de Dios, por lo que estaba decidido a continuar la búsqueda. Simon estaba pasando por la plaza del mercado de Salamanca en su camino a la Iglesia de Santiago, cuando observó a dos hombres que comenzaron a discutir airadamente. Uno de ellos sacó un arma e hirió al otro, el cual cayó malherido a los pies de Simón. El agresor fue frenado por otras personas cuando se predisponía a asesinar a su oponente. Incapaz de llegar a su adversario que estaba herido, le gritó: "Si yo hubiera matado a mi enemigo , me habría escapado a Pena de Francia en el que nadie, ni siquiera el rey, podía encontrarme!"

El corazón de Simón saltó de alegría cuando se enteró de esto, pues era la primera vez que había oído hablar del lugar que habla, y ahora estaba seguro de que su búsqueda no sería en vano. Fue poco tiempo después, cuando Simon recibió una segunda buena noticia cuando iba de camino a la iglesia de San Martín y se encontró con un comerciante viajero. Simón le preguntó al hombre donde había venido y él respondió Pena de Francia. Emocionó al escuchar el nombre, sintió que su búsqueda había casi terminado, pero cuando se le preguntó al hombre que lo llevara allí, él se negó. No quería volver por donde había venido, no importa cuánto Simon le suplicó . Todo lo que él iba a hacer era señalar la dirección general.

Simon se fue por el camino de la que había visto llegar a aquel comerciante. El camino lo llevó a una villa llamada San Martín de Castañar, adonde llegó el 14 de mayo de 1434. Encontró una iglesia allí y, después de la misa, preguntó si alguien sabía de un lugar llamado Pena de Francia. Un hombre sabía de él ,y cuando Simon amablemente le pidió que le mostrara dónde estaba, con Simón una buena distancia de la iglesia y luego señaló una colina en la distancia. Eso, le dijo, era Pena de Francia. Simon estaba eufórico, dando gracias a Dios y al hombre por revelarle el lugar que significó el final de su búsqueda.

El lugar estaba muy lejos, pero Simon se fue a la vez, pensando en los años que había pasado en la búsqueda fueron casi a su fin. Él no lo pensó mucho y, como el viaje era largo y arduo, se dio cuenta de cómo se debilitó su salud a causa del ayuno que había hecho. El sufrimiento era ya muy intenso  por el hambre que sentía, aunque Simon no se desesperó, porque estaba seguro de que Dios no lo abandonaría. Él siguió su camino, y pronto se encontró con una bolsa abandonada que contenía una barra de pan y un trozo de carne. Renovadas sus energías, volvió su atención a la búsqueda de refugio mientras se acercaba la noche. Encontró una cueva adecuada, él entró y oró.

Se despertó por la mañana temprano, Simon comenzó a buscar en el área, y rápidamente se encontró que había cuevas en todo el cerro donde había dormido. Como es natural, se desanimó cuando se hizo evidente que podría llevarlo a semanas o incluso meses para encontrar lo que buscaba, y así , la sensación de que era casi como si su misión había comenzado de nuevo, él cayó de rodillas y oró para no desfallecer. Su oración fue respondida rápidamente , como la voz ahora familiar dijo: "Simón, permanece despierto y no te duermas".

Simon continuó su búsqueda con renovado entusiasmo a la mañana siguiente. Mientras se preparaba para salir de su cueva una luz brillante golpeó sus ojos, cuya fuente era un punto a cierta distancia en una colina rocosa. Temblando de alegría, Simon se acercó a la fuente de esa luz y encontró a la Virgen María sentada en un trono de oro con el Niño Jesús en sus brazos. Su corazón rebosante de alegría inefable, se arrodilló y le dijo:

"Oh, Señora, el sueño de mi alma! Mis trabajos están terminados. Muchos años he viajado a lo largo y ancho a buscarte y beber en la belleza de sus ojos! No me abandones, sé mi protección."

Nuestra Señora respondió con simpatía: "Simón, ¡alégrate! Tu constancia será recompensada. Tu sueño se hará realidad. Sus trabajos están terminados. Mirad, y guardo en su corazón lo que quiero que hagas. Excava en este terreno y toma lo que puede ver y lo coloca en la cima de esta colina rocosa. Construir en esta colina un hermoso santuario . Usted debe comenzar este y otros productos se llega a terminarlo. Esto debe suceder , ya que ha sido el deseo de mi hijo " .

Cuando terminó la visión, Simon se quedó solo durante algún tiempo, lleno de asombro y admiración. En el lugar donde había aparecido la aparición de la Santísima Virgen, Simon comenzó el trabajo de excavación. Apenas había comenzado la excavación cuando escuchó la misma voz que dice una vez más: "Simon, no intentes llevar a cabo esta gran tarea de un solo. Hazlo con la ayuda de dos, tres o más personas."

Evidentemente esta demanda fue hecha para alejar cualquier sospecha sobre la veracidad de la venida milagro, así como la credibilidad de Simon. Simón volvió a San Martín de Castañar y pidió a cinco hombres para que le ayudase.

A pesar de que Simon les dijo la verdad , estos hombres creían que estaban cavando en busca de un tesoro escondido. Simon repitió que eran después de un objetivo más digno que los bienes puramente mundanos, y que era algo que sus corazones se siempre recordaremos. Cavaron durante algún tiempo, hasta que finalmente, el 19 de mayo 1434, cuando sacaron una enorme piedra. Ellos encontraron debajo de ella , al abrigo entre varias piedras más pequeñas, la imagen más codiciada de la Santísima Virgen María con el Niño Divino en sus brazos, ahora conocida como Nuestra Señora de las Rocas.

(fuente: www.roman-catholic-saints.com)

sábado, 22 de febrero de 2014

22 de febrero: Nuestra Señora de Rennes

La advocación de Nuestra Señora de Rennes, tiene su origen en Bretaña. Las tropas inglesas, después de haber hecho una mina para volar la ciudad, se dice que se encontraron las velas en la capilla milagrosamente encendidas ; tocan las campanas de sí mismos , y la imagen de la Santísima Virgen fue visto para estirar sus brazos hacia el centro de la iglesia, donde se encontraba la mina, que por ese medio se descubrió. Las personas que acudieron al lugar, y así se descubrió la trama, y la ciudad entera salvados a través de la intervención de la Virgen de Rennes. Grande fue la alegría y profunda gratitud del pueblo.

Hoy conocida como la Basílica de Saint-Sauveur- en Rennes, que está situado en el corazón de la Ciudad, lo que fue una vez la capital de Bretaña. Está situado en la terminación de la Calle denominada "Saint- Sauveur".

A medida que la iglesia gótica original, se derrumbó parcialmente en el año 1682, se eirigó un nuevo templo con estilo clásico que se puede ver en la actualidad fue construido comienzo en 1703 y consagrada en agosto de 1719.

En el año 1793, durante la Revolución Francesa, la iglesia se convirtió en un "templo de la Razón", y la estatua milagrosa de Nuestra Señora fue destruida. No fue sino hasta 1802, después de que el final del terror, que la iglesia se abrió de nuevo al culto. La iglesia se convirtió en una basílica menor en 1916 por el Papa Benedicto XV .

Según la tradición popular allí fue un famoso milagro atribuido a la Virgen en Rennes durante la Guerra de Sucesión en Bretaña. Como Rennes estaba siendo sitiada por el ejército inglés al mando del duque de Lancaster, la gente de la ciudad espera que las fuerzas inglesas a la mía su camino bajo las murallas en la ciudad.

En la noche del 8 de febrero 1357, las campanas de la iglesia comenzaron a sonar por su propia voluntad, y las velas se encendieron espontáneamente. La estatua de la Virgen, conocida como Nuestra Señora de los Milagros y Virtudes, señaló una losa de concreto en la iglesia. Los habitantes de la ciudad por lo tanto fueron alertados de la mina y el punto del ataque inglés, y fueron capaces de repeler la invasión. El milagro fue un tema popular para las baladas, especialmente el trovador Cuvelier. En 1634 el milagro fue reconocido oficialmente por el obispo de Rennes, Pierre Cornulier .

Hay muchos milagros atribuidos a la Virgen, entre ellos la curación milagrosa de Magdalena Morice en el año 1761. Ella tenía gangrena en el pie derecho que había sido sanado al instante el domingo de Pascua .

La estatua de Nuestra Señora de los Milagros y las virtudes que se muestran actualmente en la basílica fue colocado allí en febrero de 1876.

En 1684, un niño de once años se fue de casa para la ciudad de Rennes con la esperanza de inscribirse en el Colegio Jesuita de Thomas Becke . El joven Louis- Marie era un chico inteligente que fue llevado bajo la guía de los sacerdotes jesuitas, y fue en Rennes, que empezó a considerar una posible vocación al sacerdocio. Fue aquí, en el santuario de Nuestra Señora en Rennes que San Luis María de Montfort tomó la decisión final de ser sacerdote .

traducido por mallinista
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)

viernes, 21 de febrero de 2014

21 de febrero: Nuestra Señora del Buen Cielo

En 1838, la tripulación de un buque que acababa de llegar a Paimpol, en Francia, se había encomendado a la ayuda divina para poder sobrevivir a una tempestad.

Una tempestad terrible y repentina, las velas fueron arrancadas, y durante los tres días que estuvieron en continuo peligro de morir en el mar. El barco comenzó a llenarse de agua, y toda esperanza de seguridad parecía perdido, cuando la tripulación, de común acuerdo, volvieron sus ojos a María, Estrella del Mar. Ellos prometieron a Nuestra Señora que, de ser salvados, que visitarían la iglesia en Paimpol, donde hay una imagen de la Virgen muy venerada por el pueblo. Apenas habían terminado su oración, cuando el clima se hizo más tranquilo y las olas comenzaron a disminuir. Aprovechando este cambio providencial, repararon su embarcación, y se embarcaron tranquilamente hacia a las costas de Bretaña.

Cuando desembarcaron, los marineros se postraron en el suelo y dieron gracias a Dios por su retorno. A continuación, entonaron la Letanía de la Santísima Virgen, y peregrinaron por las calles de Paimpol, a la iglesia del Buen Cielo. Las personas atraídas en multitudes por la novedad de la vista, los siguieron.

Habían también padres que fueron a dar gracias a Nuestra Señora del Buen refugio para el regreso de sus hijos y esposas para agradecer a María por la restauración de sus maridos para ellas. Las lágrimas corrían por todos los ojos, y la inmensa multitud se arrodilló ante el altar de esa poderosa Virgen , que había recibido de su Hijo poder comandar el viento y las olas. Las antorchas arrojan una luz tenue en la rebajada del santuario, donde se encontraba la imagen de la Santísima Virgen, Nuestra Señora del Buen Haven, cuya inclinación de cabeza y exteneded brazos parecían decir a todos: "Venid a mí, que soy tu Madre".

traducido por mallinista
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)

jueves, 20 de febrero de 2014

20 de febrero: Nuestra Señora de Boulogne-Sur-Mer

La Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción se encuentra en las murallas de la antigua ciudad de Boulogne-sur-Mer, en Francia. Fue declarada monumento histórico en 1982.

Fue la sede de un antiguo obispado, de la que esta iglesia fue la catedral de la diócesis de Boulogne-sur-Mer que existió entre 1566 y 1801 (año en el que se disuelve para ser construido en su totalidad en la diócesis de Arras). La Diócesis de Boulogne correspondía a un territorio que se extiende a Etaples, Montreuil, Hesdin, Saint-Pol-sur-Ternoise y Calais.


Historia

La tradición relata la llegada de una estatua milagrosa de la Virgen en la orilla Boulogne en el año 639 dio un importante impulso a la devoción mariana que encontró su pleno desarrollo en la Edad Media.

El primer santuario fue sustituido en 1100 por una abadía construida por Ide de Lorena , esposa del conde de Boulogne Eustace II y madre de Godofredo de Bouillon.

Boulogne se convirtió en un gran centro de peregrinación tan extensa, entre los que se destacaron los reyes de Francia e Inglaterra, quienes también se acercaron a venerar a Nuestra Señora de Boulogne.

La gran afluencia de peregrinos convirtieron a este templo en un prestigioso edificio. Fue destruido en 1798, donde se convirtió en propiedad de la nación francesa. En 1827, el Padre Haffreingue lideró los esfuerzos para reconstruirlo, haciéndose planes y dirigir el trabajo. La estética del nuevo edificio tiene su origen en el estilo neoclásico , popular a principios del siglo XIX, el nuevo edificio se distingue por la alta cúpula (unos 100 metros) domina sus partes orientales.

En marzo de 1885, el Papa León XIII autorizó la coronación solemne de Nuestra Señora de Boulogne. La celebración del día tuvo lugar el domingo siguiente, 23 de agosto bajo la presidencia del Obispo Di rendimiento, Nuncio Apostólico.

La iglesia se basa en unos grandes criptas de Francia, que sirve de base y donde se puede visitar la cripta del Siglo XII, redescubierta durante la reconstrucción. Un tesoro de arte sacro se mantiene, incluyendo el santuario de la Santa Sangre, ofrecido en 1308 por Felipe el Hermoso, es el objeto más visible.

traducido por mallinista
(fuente: fr.wikipedia.org)

miércoles, 19 de febrero de 2014

19 de febrero: Nuestra Señora de la Buena Nueva


El templo en honor a Nuestra Señora de la Buena Nueva está ubicado en la Ciudad de París fue construido en 1830 en el modelo de la basílica de Saint- Philippe du Roule por el arquitecto Chalgrin. Reemplaza inaugurado por Ana de Austria en 1626 la construcción que sigue siendo sólo el campanario. Fue con numerosas obras de arte rescatadas de la Revolución que, en particular, una serie de Philippe de Champaigne y dos hermanos atribuyó a Mignard.

En 1551 empezó su construcción pero destruida en 1591. Posteriormente, en 1628, la Reina Ana de Austria ordenó su reconstrucción. Ya en 1823, durante los tiempos de la Revolución Francesa fue demolido todo el templo, salvo el campanario que fue integrado a otro edificio. Allí se depositó la casulla utilizada para celebrar la última misa de Luis XVI antes de su ejecución. Tiene, además, una piscina baptisterio moderno donde se realizan bautismos por inmersión en especial en la Pascua y Pentecostés.


traducido por mallinista
(fuente: www.paris.catholique.fr)

martes, 18 de febrero de 2014

18 de febrero: Nuestra Señora del Rosario de Rota

En el siglo XVI, la hermandad encarga la hechura de una imagen de la Virgen del Rosario. La Imagen de la Patrona, es de candelero, tiene bella expresión y porta en su mano izquierda la imagen del Niño Jesús, de bastante mérito. La imagen de la Patrona roteña fue restaurada en 1.856; en 1.943, realizándole unas nuevas y retocándole la cara; en 1950 vuelve a ser restaurada por el escultor Ribera. A finales de los años ochenta, más concretamente entre 1987 y 1989 la Virgen y el Niño son restaurados por el profesor Juan Manuel Miñarro López. Los elementos más anacrónicos de la imagen eran los ojos de cristal, las manos y el cuerpo. Sobre las manos no cabe duda de que ni por proporción y estilo, correspondían a la época de realización de la imagen. El cuerpo tampoco estaba proporcionado, y la cabeza se apreciaba extrañamente unida al mismo.

La policromía que presentaba tampoco era original, lo que se pudo constatar porque sobre la pasta que rodeaba los ojos, que no eran los originales, la policromía era la misma que la del resto el rostro, sin presentar repintes, que hubiese sido lo natural en caso contrario. Por otra parte, dicha policromía, procedente probablemente del siglo XVII, en que la imagen debió ser adaptada a la moda de la época, hasta el extremo de considerarse tradicionalmente procedente de dicho siglo.

Los ojos de cristal tampoco correspondían a la época original. La imagen tendría, con toda seguridad, los ojos de talla, y se puede afirmar esto porque los ojos de cristal fueron colocados desde fuera, ya que los párpados y parte de la órbita no presentan la madera original, sino pasta de estuco que fue colocada sobre el globo del ojo una vez que éste fue puesto en el vacío que la herramienta provocó para eliminar la talla original.

Con esta última restauración, la imagen ha recuperado en gran parte su primitivo estado, destacando su dulce y suave mirada y la encarnadura primigenia, similar a la del Niño que ostenta en los brazos.


Reseña Histórica

Aunque no se pueda documentar, los orígenes de la devoción a la Santísima Virgen del Rosario en nuestra Villa se pierde en la noche de los tiempos. Valga con citar que el 28 de enero de 1653, el Rvdo. P. Fray Francisco de San Lorenzo, Comendador del Convento de Mercedarios Descalzos de esta Villa, solicitó del Ayuntamiento se nombrase Patrón de Rota a San Pedro Nolasco, acordándose en Cabildo acceder a la petición, nombrándolo en segundo lugar, o sea, después del Patronato de la Virgen del Rosario, que en aquella fecha ya se consideraba patrona desde tiempo "inmemorial".

Con fecha de 1671, encontramos el documento más antiguo donde se hace referencia a la existencia de la Cofradía. En este documento se expresa que Doña Juana izquierdo comenzó a labrar y fabricar una capilla para la Virgen del Rosario, del mismo modo dejaba en proseguir las obras ya empezadas.

En 1709, una terrible plaga de langostas devoraba las cosechas, sacudiéndose el hambre, la enfermedad y la muerte de numerosos vecinos, males que se añadieron a la invasión anglo-holanesa de 1702. Se hicieron rogativas y se sacaron en procesión la imagen de la Patrona como la de San Roque, cesando en poco tiempo esta calamidad.

Del año 1749 data el libro propio y más antiguo que conserva la Hermandad. En el Cabildo celebrado el 25 de julio de ese año, se eligió Mayordomo a Don Bartolomé Sánchez "en quien advertían eficaz devoción para el desempeño de ella". A él debió la Cofradía mucha prosperidad y esplendor, lo mismo en su aspecto religioso que económico.

En 1751, ante la grave calamidad que afectaba al pueblo acordó el mayordomo que la fiesta en Honor de la Virgen tuviese un carácter penitencial, celebrándose los cultos en el interior del tiempo y sacando a la Virgen a la puerta e la iglesia, costumbre que se mantuvo hasta 1810, en que se suspendió con motivo de la invasión francesa, sacándose solo el estandarte de la cofradía acompañado por las farolas. Esta costumbre perduró durante muchos años.

En 1758, se inician las obras de construcción de la nueva capilla debido a que la anterior fue derribada en el maremoto de 1755.

Esta Hermandad solicita de la autoridad eclesiástica la separación "filial" de la de Cádiz y formulando sus propias Constituciones y Reglas, que fueron aprobados por el Rey Carlos IV, el 13 de septiembre de 1805; por tal circunstancia, esta Hermandad ostenta entre sus títulos el de Real y Antiquísima. Una vez enterado el Ayuntamiento de dicha Real Orden, acordó por unanimidad su obedecimiento y cumplimiento. Así mismo el Ayuntamiento vuelve a reiterar el Patronato de la Virgen del Rosario acordando "que la Virgen del Rosario continuara como Patrona de la Villa que lo era de tiempo inmemorial"; del mismo modo se acordó "como era tradición" que el Ayuntamiento concurriese a la Función que todos los años se celebraba en Honor de la Santísima Virgen del Rosario.

En 1807 se experimentaba en Rota una notable escasez de agua, por cuyo motivo se hallaban los campos en la mayor esterilidad y, a iniciativa de don Antonio López, don Juan Pacheco y Don Bartolomé Bejarano, el Ayuntamiento el día 18 de febrero acordó que se hiciesen procesiones de rogativas para que lloviese sacándose en procesión las imágenes del Cristo de la Capilla y la Virgen del Rosario. Celebra la procesión llegaron las esperadas lluvias, con las cuales se salvaron las cosechas. Por tal motivo el Ayuntamiento, en la sesión del 2 de abril del mismo año, acordó organizar un septenario con misa cantada todo os días a la imagen del Santísimo Cristo de la Capilla, sacándola en procesión por el pueblo el último día por la tarde junto con la imagen de Nuestra Señora del Rosario.

El 22 de febrero de 1822, el Ayuntamiento acude nuevamente al corazón maternal de la Virgen ante la pertinaz sequía, de amenazadora ruina, pues el año anterior también la hubo, y acordó hacer ocho días de rogativas, y si no llovía sacar procesionalmente la imagen de la Patrona. No fue necesario, pues las nubes trajeron abundante lluvia que regó los campos, recogiéndose los frutos de su bendición.

El 19 de septiembre de 1895, el Ayuntamiento acuerda que la Virgen continuara como Patrona de la Villa. Asimismo se decoró y reparó la capilla, siendo costeado con limosnas de los fieles.

En el año 1.916 la maestra doña Virginia Hernández dirigió el bordado en hilo de oro sobre terciopelo verde, que entre sus alumnas habían realizado para la Virgen del Rosario, y que en los años ochenta fue pasado a otra tela similar.

En 1936, tiene lugar la reorganización de la Hermandad, a partir de la cual ha tomado un reconocido incremento de cofrades y un manifiesto progreso en todos los aspectos. A partir de este momento, la Hermandad del Rosario irá resurgiendo.

El 4 de mayo de 1947, la Virgen viajó en barco a Cádiz con motivo de la coronación canónica de la Patrona de la Capital, Ntra. Sra. del Rosario.

En la noche del 18 de agosto de 1947, hubo una terrible explosión en la fábrica de torpedos de Cádiz y con motivo de la fuerza expansiva de la onda, se abrió la ventana del Camarín de la Patrona, destrozando los cristales y derribando la imagen de su peana y gracias a las velas de madera no cayó la imagen del Camarín a la Capilla. Por tal motivo perdió tres dedos de la mano derecha y uno de la izquierda, al tiempo que la imagen del Niño no sufrió deterioro alguno, a pesar de que rodó hasta el suelo.

En 1951, El Ilustrísimo Ayuntamiento de esta Villa, acordó en sesión plenaria, celebrada el 10 de enero, nombrar a la Patrona Alcaldesa Honoraria, encabezando la Corporación Municipal la suscripción pública del bastón y medalla como atributos del cargo que en adelante ostentará la Virgen. Celebrándose el 11 de agosto, la solemne entrega del bastón de mando y el nombramiento honroso y significativo de Alcaldesa. El 19 de agosto la Patrona de Cádiz visita Rota.

En 1959, el Ayuntamiento acuerda poner el rosario en el escudo de la Villa.

El 10 de agosto de 1972, el Ilustrísimo Ayuntamiento concede a la Virgen del Rosario la medalla de oro de la Villa.

El 25 de marzo de 2003, Don Juan del Río Martín, Obispo de la Diócesis de Asidonia Jerez, concedió mediante Decreto el honor de la Coronación Canónica a la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Rosario. Ésta tendrá lugar el 7 de octubre de 2003, festividad litúrgica de Nuestra Señora del Rosario, fiesta local en la Villa y último día del "Año del Santo Rosario" proclamado por su Santidad, el Papa Juan Pablo II. El día 7 de octubre de 2003 la imagen de la Virgen del Rosario fue coronada canónicamente por el obispo de la Diócesis de Jerez - Asidonia Don Juan del Río Martín.


El Paso Procesional

El paso de Nuestra Señora del Rosario fue estrenado en la procesión del 7 de octubre de 1998. Fue realizado con 300 kilogramos de plata de ley. Es de estilo barroco e inspirado en unos dibujos del tallista sevillano D. Manuel Guzmán Bejarano. Fue realizado en Sevilla en los Talleres de Juan Borrero y muestra similitudes con otros pasos sevillanos, dicha similitud se puede contemplar en detalles del paso, como puede ser por ejemplo una ángel con un chupete o en el llamador del paso.

(fuente: www.rafaes.com)

lunes, 17 de febrero de 2014

17 de febrero: Nuestra Señora de Constantinopla

La adovicación de Nuestra Señora de Constantinopla tiene su origen en antigua sinagoga de los Judios que fue convertida en una iglesia de la Santísima Virgen por el emperador Justino el Joven, en el año 566.

Actualmente, quedan pocos restos de la gran iglesia bizantina de Sainte -Marie -du- Rosaire, llamada Notre -Dame de Constantinopla, ya que posteriormente fue destruida .

En la década de 1930, Paul Schatzmann, un arqueólogo suizo, había hecho importantes descubrimiento, los que fueron completados posteriormente en 1990 por otro arqueólogo, Stephan Westphalen, de origen alemán. No sabemos mucho sobre el pasado bizantino del edificio, sólo se sabe con certeza que la iglesia fue trasladada a los dominicos en 1475, y tomó el nombre de Nuestra Señora de Constantinopla , y después, la de Santa María del Rosario.

En 1640, el templo en honor a la Virgen de Constantinopla fue convertida en una mezquita en el nombre del Kemankes, entonces odalar Camii. Gran parte de la subestructura se había reconstruido antes del incendio ocurrido en 1919, que llevó a su eventual abandono.

A pesar de las afanosas búsquedas realizadas por los dos arqueólogos, no es fácil tener una idea muy clara de la escala del edificio y sus dependencias. Sin embargo , la proximidad de la mezquita Kasim Aga, que también tiene estructuras bizantinas, y Aecio ( Ipek Bodrumu ) sugieren que la iglesia pertenecía a un gran monasterio, cuyo nombre sigue siendo desconocido.

Desde el punto de vista de los dos arqueólogos, los cimientos de la iglesia datan desde el siglo VII , pero la forma final de la iglesia se dio tras el incendio de 1203. Después de la reconstrucción y la expansión de la iglesia en el siglo XIII, los cimientos de la antigua iglesia se utilizaron como un mausoleo, mientras que dos capillas ligeramente asimétricas se añadieron en el ábside. Parte de la antigua iglesia se llenó para la construcción de la nueva iglesia con planta de cruz griega. Nada hace pensar que la subestructura del segundo edificio fue originalmente una capilla funeraria, ya que su función principal era proporcionar una base para una iglesia monumental. Al parecer, la subestructura se utilizó gradualmente para las tumbas de los fieles.

En la parte superior, hay pinturas de la vida de la Santísima Virgen que data de los siglos XI y XII. Los fragmentos de los frescos se han descubierto en varias paredes. En la pequeña sala central de la cripta, una Virgen coronada rodeada de ángeles sugiere que una reliquia mariana una vez pudo haber sido consagrado aquí .

traducido por mallinista
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)

domingo, 16 de febrero de 2014

16 de febrero: Nuestra Señora de la Espina

En la noche de la Fiesta de la Anunciación, 24 de marzo en el año 1400, unos pastores estaban cuidando de sus rebaños cuando de repente fueron atraídos por una luz brillante que provenía de la Capilla de San Juan Bautista, cerca de Chalons, Francia. Al acercarse a esa luz, vieron que en realidad era un espino totalmente envuelto en llamas, y descubrieron una estatua de la Santísima Virgen que, a pesar de estar en medio de las llamas, no se quemaba.

El milagro continuó toda la noche y, al día siguiente, la noticia del milagro se propagó rápidamente . Las turbas de personas se congregaron alrededor de la zarza ardiente, rememorando el episodio protagonizado por Moisés en el Monte Horeb. El obispo de Chalons, Carlos de Poiters, también fue testigo de la zarza ardiente y la estatua milagrosa.

Cuando las llamas finalmente hicieron decaer, el obispo tomó con reverencia la estatua y la llevó en sus propias manos a la capilla vecina de San Juan. En el lugar del milagro, se inició la construcción de una iglesia para la consagración de la estatua milagrosa.

Nuestra Señora del Espino ( Notre Dame de l' Epine ) se convirtió en un lugar de peregrinación muy concurrido.

Durante la terrible Revolución Francesa, la estatua de Nuestra Señora de Espinas fue retirada del altar mayor y ocultada para su custodia. Años más tarde, la estatua fue traída de vuelta a la veneración .

Muchas curaciones también han sido reportados en el santuario, las cuales fueron verificadas por médicos.

La hermosa iglesia de Nuestra Señora del Espino ha sido reconocido por varios papas, incluyendo el Papa Calixto III, Pío II y Gregorio XV. El Papa León XIII ordenó la coronación solemne de la estatua milagrosa, diciendo: "Sí, la Virgen de la Espina será coronado en mi nombre. Prepárese para su diadema digna de la Madre de Dios y el pueblo al que protege ... "

Es un lugar de grandeza donde las almas cristianas se expanden en la adoración del Hijo de Dios, y muchos son los peregrinos de todas las descripciones que han visitado el santuario en los últimos años, entre ellos Santa Juana de Arco en 1429 .

traducido por mallinista
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)

sábado, 15 de febrero de 2014

15 de febrero: Nuestra Señora de Luna de Pozoblanco

El santuario de la Virgen de Luna está ubicado en el quinto de Navarredonda, en plena dehesa de la Jara, prototipo de bosque mediterráneo de encinas, en un lugar que fue término común de las Siete Villas y hoy pertenece al término municipal de Pozoblanco.

Las noticias conservadas por la tradición aseveran que la primitiva ermita fue levantada gracias a la iniciativa de una piadosa mujer de Pedroche, pero pasados unos años la propiedad fue donada a Pozoblanco. Las fuentes históricas y los restos arqueológicos señalan la posible existencia en el mismo lugar de cultos precristianos e incluso prehistóricos.

Tanto el santuario como el fervor a Nuestra Señora de Luna nacieron, al igual que otros varios de la comarca, con un carácter comunitario y supralocal, aunque con el transcurso del tiempo son las poblaciones de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba las que han mantenido su tradicional devoción, no sin haber planteado diversos y sonados pleitos por la propiedad del lugar y de la imagen, pleitos que concedieron a Pozoblanco la posesión aunque garantizando el derecho de las dos villas a compartir fervor, cultos y estancia de la Virgen en ambas localidades.

No tenemos constancia de la antigüedad exacta del edificio inicial pero a finales del siglo XVI el obispado autorizó diversas reformas y actuaciones sobre la espadaña, el tejado y la casa del santero.

Ya en 1585 contaba con tapias que rodeaban el perímetro del lugar. Hasta hace unas décadas, el recinto ha estado cercado con un muro de mampostería, hoy suprimido y sustituido por una verja que le proporciona mayor vistosidad.

A principios del siglo XVII el primitivo edificio resultaba tan pequeño y estaba en tan lamentables condiciones que se decidió levantar una nueva estructura arquitectónica que prácticamente venía a sustituir a la existente. Las obras de reedificación, impulsadas por el mayordomo Juan Moreno de Pedrajas, se llevaron a cabo entre 1611 y 1612 y los maestros alarifes que las dirigieron fueron Francisco López Portillo y Juan Martín de Bargas. Es el edificio que ha perdurado hasta nuestros días junto con el añadido de la zona del ábside y camarín, realizado a comienzos del siglo XIX.

Cuando finalizaba el año de 1624 el cabildo de Córdoba concedió autorización para hacer, junto a la ermita, la casa que utiliza la cofradía y también el humilladero enclavado delante del santuario aunque la cruz se levantó finalmente en 1642.

La ermita es de planta rectangular, con tres naves separadas por columnas de granito sobre las que cabalgan arcos de medio punto que soportan la cubierta de madera. El presbiterio es de planta cuadrada, cubierto con bóveda sobre pechinas con linterna. La cabecera es semicircular interiormente y plana al exterior, y la sacristía contigua tiene planta rectangular. Dispone de dos puertas de acceso, ambas labradas en granito y adinteladas, y de un pequeño pórtico. La espadaña es de ladrillo.

A uno y otro lado de la ermita encontramos las casas respectivas de las cofradías de Pozoblanco y Villanueva. También cuenta con una vivienda para los santeros que cuidan el lugar.


La IMAGEN

Según la memoria legendaria que ha perdurado entre los pozoalbenses, la aparición de la Virgen se produjo en el siglo XV en el quinto de Navarredonda, en plena dehesa de la Jara que compartían las Siete Villas de los Pedroches, entre las que estaba incluida Pozoblanco.

Nuestra Señora se manifestó en una encina a un pastorcillo natural de la villa madre de Pedroche. El zagal intentó en varias ocasiones llevar la imagen a su pueblo natal pero ésta desaparecía en cada intento y volvía a reaparecer en la misma encina. Finalmente se optó por levantarle una ermita en el lugar de la aparición.

Cabe suponer que a lo largo de los siglos la imagen primigenia debió ser reemplazada por otras sucesivas pero la existente al comenzar el siglo XX fue destruida en los inicios de la malhadada Guerra Civil, cuando se encontraba en la localidad de Villanueva de Córdoba. Por el análisis de los restos de la madera de cedro pertenecientes a una mano original que se conserva, esta imagen había sido tallada durante el siglo XVIII.

Tras el conflicto bélico se decidió adquirir una nueva imagen, encargada en 1948 al escultor valenciano Francisco Pablo. Fue costeada mediante colecta popular y donativos de personas e instituciones relevantes.

El primer retablo con el que contó la ermita y cobijaba a la Virgen fue construido por iniciativa del presbítero y comisario del Santo Oficio Alonso Martín de Villaseca, hermano de la venerable Marta Peralbo, quien en 1678 encargó a un maestro entallador y ensamblador de Torremilano, Alonso Sánchez de Medina, la realización del mismo a cambio de 300 ducados.

Nuestra Señora de Luna ha portado distintos ajuares de joyas a lo largo de los siglos, fruto de la generosidad de sus devotos. La documentación histórica aporta noticias, por ejemplo, de la donación a la Virgen en 1595 de una sortija, puños y cuellos destinados a engalanar la imagen. Destacan igualmente los valiosos mantos realizados en tejidos y bordados nobles.

En siglos pasados el santuario contó además con diversos altares e imágenes como la de el Señor de la Expiación (un crucificado muy venerado), Santa Lucía, San Diego, la Virgen de la Aurora… y cuadros como el dedicado a San Martín, destruidos durante la última guerra civil y después renovados. También contaba con una réplica pequeña de la imagen de la Virgen de Luna conocida como la Aparecida.

Como imagen viajera (a lo largo del año la Virgen se desplaza a Pozoblanco y Villanueva y el resto del año permanece en el santuario), Nuestra Señora de Luna ha necesitado de andas para los traslados y romerías. Las más antiguas de que tenemos noticia datan de finales del siglo XVI y fueron doradas a principios del siglo XVII.

La fama y popularidad de Nuestra Señora de Luna está consignada desde hace siglos. Los pozoalbenses la invocaban con rogativas y la procesionaban en los momentos de necesidad o peligro, como cuando había falta de lluvias (“por los buenos temporales”) o en el caso de epidemias. Un informe sobre la villa firmado a finales del siglo XVIII por el vicario, Bartolomé Herruzo, afirma: “Dentro del Pueblo no hay Santuario e Imagen Célebre, pero sí en el término, a distancia de dos leguas entre Levante y Sur está uno erigido donde se da culto a la Imagen de María Santísima con la advocación de Luna, cuya aparición es antigua, y por su intercesión han logrado los naturales muchos beneficios de la Divina piedad”.

El ayuntamiento pozoalbense decidió en 1960 sustituir el nombre de la denominada hasta entonces calle del Cerro rotulándola con el de Virgen de Luna. Uno de los colegios de la ciudad lleva igualmente su nombre así como numerosas empresas.

En la localidad de Escacena (Huelva) también se venera desde hace siglos a otra imagen con el mismo nombre de Nuestra Señora de Luna.


LA COFRADÍA

Numerosas han sido las hipótesis e interpretaciones ofrecidas al enigma de la creación de la cofradía de Nuestra Señora de Luna, consecuencia inevitable de la carencia de noticias históricas sobre sus orígenes. Hasta el momento no se ha hallado documento alguno que atestigüe la antigüedad de la misma.

Hay quienes sostienen que la cofradía nació en tiempos muy remotos, durante la reconquista y guerra contra los musulmanes, y de ahí presuponen un origen medieval y una influencia de órdenes guerreras como la de Calatrava dado el carácter militar que presenta.

Otros, en cambio, prefieren vincular su nacimiento con las milicias concejiles del siglo XVI cuya organización reglamentó en 1571 el monarca Felipe II obligando a sus integrantes a portar arcabuz, espada, rodela, alabarda u otra arma enastada. Es una época en las que las autoridades animan a crear “cofradías o compañías de gente de armas”, lo que producirá como corolario la aparición de numerosas hermandades de este tipo por todo el territorio nacional, incluida la zona de los Pedroches, con muy diversas advocaciones.

Y no falta autor que, de forma claramente anacrónica, rebata el posicionamiento anterior y expida certificación sobre una supuesta fundación muy posterior, decimonónica, ligada a la Milicia Nacional del liberalismo progresista español.

No obstante, si nos ceñimos a la documentación histórica desempolvada, la más antigua noticia documentada hasta ahora sobre la existencia de la cofradía está fechada en 31 de agosto del año 1587. Ese día el doctor Lope de Ribera, visitador oficial del obispado, inspeccionó en Pozoblanco las cuentas relativas a la ermita de Nuestra Señora de Luna, presentadas por Martín López de la Torre, mayordomo de la misma, y anotó lo siguiente:

“Cargansele veinte y dos mil e quinientos e sesenta maravedíes que por rrelación de su libro que ante el presente notario exsibio parecio aver llegado de limosnas y de la cofradía y ermandad que se hace en la dicha hermita y con la bacina y cepo y limosnas particulares…”

El pleito mantenido en 1590 entre Pozoblanco y Villanueva por la primacía en Nuestra Señora de Luna confirma la existencia consolidada de una cofradía homónima; en uno de los asertos de la sentencia el juez eclesiástico alude a los “hermanos y cofrades de la cofradía de Nuestra Señora de Luna, que se sirve en su ermita…”

De estos testimonios no puede deducirse aún el carácter militar de la misma, en todo caso lo contrario, dado que las referencias utilizan una nomenclatura sobre sus integrantes y señalan como principales responsables de ella a cargos que nada tienen que ver con la organización y jerarquía propias del ejército.

Al menos desde las últimas décadas del siglo XVI, al mando de la cofradía y del mantenimiento de la ermita figuraba un mayordomo o hermano mayor, cargo desempeñado por lo general por personas seglares aunque también hubo eclesiásticos que lo ejercieron. Estos mayordomos eran siempre miembros sobresalientes de algunos de los linajes más importantes de la villa, entre ellos los López de la Torre, Díaz de Pedrajas, Moreno de Pedrajas, Merchán, Peralbo…, emparentados entre sí. Más tarde, durante el siglo XVIII, recibirá el nombre de mayordomo administrador.

El cargo no estaba vinculado a un mandato temporal establecido y era normal desempeñarlo durante periodos prolongados, superiores incluso a una década. El mayordomo o hermano mayor contaba con la asistencia de varios diputados –encargados del manejo de las joyas y la gestión de diversos bienes- y también de un sacerdote.

La documentación de los siglos XVI y XVII no proporciona aún alusiones a mandos de significación militar en la cofradía -de cuya existencia hay nuevos testimonios documentales- pero creemos muy probable que los graves y violentos incidentes provocados en 1681 por la propiedad de la imagen entre vecinos y autoridades de las dos poblaciones que compartían la devoción a Nuestra Señora de Luna -Pozoblanco y Villanueva de Córdoba- dieron lugar a cambios trascendentales en la tradición seguida hasta entonces.

Entre las decisiones derivadas del litigio hay que mencionar la nueva reglamentación sobre las fechas de romería y tenencia y disfrute de la imagen, la propiedad concluyente de la imagen y del santuario a favor de Pozoblanco, el nombramiento de la Virgen como patrona de la localidad (en detrimento de Santa Catalina), la fijación y aprovechamiento de los ruedos del santuario, la reafirmación del mecenazgo pozoalbense sobre la figura del santero, nuevos estatutos, organización militar de la hermandad, exigencia de limpieza de sangre para sus integrantes…

Es significativo que en el transcurso del citado pleito promovido a partir de 1681 las autoridades y vecinos de Pozoblanco recalquen con vehemencia la forma escandalosa de algarada y la utilización de armas cortas y de fuego por los habitantes de Villanueva en la acción de traslado de la Virgen a la localidad jarota, acto que consideran inusual y al que tildan de auténtico “rapto”. Es evidente que nada de ello hubiera resultado extraño si las respectivas hermandades vinieran utilizando de forma tradicional, en ritos y actos festivos, ese tipo de armamento como parte de la equipación de sus integrantes.

Por tanto, a la luz de las fuentes documentales disponibles, es muy probable que la adopción de una estructura militar por los cofrades de la Virgen de Luna fuera una decisión casi simultánea en ambas villas y cofradías y se produjo casi con toda seguridad entre finales del siglo XVII y principios del XVIII (según Ocaña Torrejón, en Villanueva se creó en 1705, para lo cual tuvo necesariamente que reformar los estatutos que ya tenía aprobados a finales del XVII).

Es entonces, y no antes, cuando aparecen en protocolos notariales las primeras alusiones al carácter de soldadesca de sus miembros y a la jerarquía principal de cargos que mantiene en la actualidad: capitán, alférez y sargento.

El desempeño de estos cargos tenía una periodicidad anual y durante el mandato eran los responsables de todas las cuestiones civiles de carácter general y legal que afectaran a la cofradía.

Para esas fechas es también segura la inclusión de un encargado del tambor pues las alusiones anteriores sobre acompañamiento musical en las festividades de la Virgen de Luna sólo hacen mención a la actuación de ministriles, participación que fue habitual durante todo el siglo XVII. La utilización de tambores con distintos tipos y ritmos de golpeo ha sido la forma más antigua de transmitir órdenes en las unidades militares españolas desde la creación del ejército permanente por parte de los Reyes Católicos.

En la evolución y funcionamiento de la cofradía podemos constatar un triple poder presente en ella desde los comienzos: el de los propios componentes o hermanos, representados primero por el mayordomo o hermano mayor y más tarde por su jerarquía militar o pseudo-militar; el poder eclesiástico, encabezado en representación del obispo o del ordinario diocesano por el vicario y/o rector de la parroquial, o bien por el clérigo o capellán en que se delegue en cada momento; y el poder municipal, a través de los diputados, regidores síndicos y procuradores generales designados por el ayuntamiento.

A partir de la segunda década del siglo XVIII es habitual encontrar en la documentación archivada noticias acerca de la configuración militar de la cofradía tanto en Pozoblanco como, sobretodo, en Villanueva de Córdoba: en esta última población recibe los nombres de Compañía y Hermandad de Nuestra Señora de Luna, Hermandad y Compañía de Soldados de Nuestra Señora de Luna, Soldadesca y Hermandad de Nuestra Señora de Luna y otras varias combinaciones apelativas. En Pozoblanco contamos con alusiones a la Hermandad de Nuestra Señora de Luna o bien a la Soldadesca de Nuestra Señora de Luna.

En ambas localidades hay mención a los oficiales que la dirigen, encabezados por un capitán, un alférez y un sargento, cargos todos ellos desempeñados de forma anual: “…en poder de los oficiales que son de dicha Compañía actualmente, o de los oficiales que los sucediesen en fin de cada un año…”

Aunque los componentes culturales de la cofradía de Nuestra Señora de Luna muestren claras influencias andaluzas, manchegas y extremeñas –tal como ha apuntado el profesor Juan Agudo-, de todas las hermandades de estructura similar a la pozoalbense destacamos la denominada cofradía del Santo Sepulcro de la cercana localidad pacense de Don Benito cuyos estatutos fueron reformados y aprobados por la autoridad eclesiástica en 1723 aunque la hermandad era mucho más antigua.

La integraban unos denominados hermanos o soldados, además de los oficiales integrados por el capitán, el alférez y un sargento, un mayordomo administrador y cuatro “pedidores”, equivalentes éstos a los diputados nombrados en la cofradía de Nuestra Señora de Luna.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII las menciones a la cofradía se reducen drásticamente quizá como consecuencia del nuevo espíritu ilustrado, de las objeciones por parte de las autoridades a la creación de cualquier tipo de nuevas hermandades y organizaciones religiosas y, en nuestro caso, de la real cédula promulgada por Carlos III en 1759 suprimiendo las soldadescas y el uso de prendas y armas similares a las utilizadas por el ejército, argumentando el dispendio de pólvora que se producía y los frecuentes altercados provocados por los excesos en diversiones, comida y bebida con motivo de las distintas festividades en las que participaban.

De todos modos, la prohibición no se aplicará de forma rigurosa e incluso se concederá permiso expreso para su mantenimiento en algunas poblaciones, tal como sucedió con la cofradía pozoalbense en cuyos rituales la utilización de escopetas y espadas y la realización de salvas con pólvora era costumbre afianzada.

En mayo de 1806 el nuevo corregidor de las Siete Villas de los Pedroches, Dionisio Catalán, publicó un auto de buen gobierno con una serie de consideraciones a seguir y entre ellas figuraba una, la séptima, sobre la prohibición de uso de armas de todo tipo según lo ordenado por Real Pragmática de Carlos III en 1761. Y en el punto noveno añadía: “Que ninguno dispare tiros, cohetes, y otras inbenciones de fuego dentro de poblado, bajo las penas de la Ley, ni aun con título de obsequio a la Virgen o Santos”. Pese a todo, sabemos que Fernando VII renovó la licencia que permitía hacer uso de armas de fuego y salvas a los cofrades de Nuestra Señora de Luna.

La prevención de las autoridades sobre la utilización de este tipo de armamento en concentraciones populares resulta obvio, pero siempre respetaron la tradición en la seguridad de su buen uso; de hecho, cuando con motivo de las frecuentes revoluciones y motines del siglo XIX se procedía a la requisa de escopetas entre los vecinos, el hecho de pertenecer a la cofradía servía de excepción y salvoconducto.

No obstante, en alguna ocasión se han producido accidentes fortuitos, como sucedió en mayo de 1917 cuando uno de los hermanos tuvo la desgracia de que se le disparase la escopeta con la que hacía salvas al paso de la procesión de llevada de la Virgen, hiriendo a un vecino de la localidad.

El número de componentes o hermanos establecido en los estatutos de 1877 era el de setenta, quizá el mismo que tuvo al implantar su estructura militar. Es una cifra de gran simbolismo y habitual en este tipo de hermandades pues recuerda el número de discípulos que fueron mandados a predicar la doctrina de Cristo por todos los rincones del mundo. Hoy ese número ha cambiado.

En cuanto a la vestimenta, disponemos de noticias centenarias que describen el traje utilizado por los cofrades al menos desde la segunda mitad del siglo XIX: “especie de frac, cruzado a la bandolera por unos cordones de seda de los cuales penden los frascos de pólvora y el espadín que todos usan, y durante la procesión todos llevan antiguas escopetas de pistón con las cuales, en los sitios fijados por la costumbre, hacen salvas en honor de su Excelsa Patrona…” Este equipo de gala ha sufrido igualmente algunas modificaciones.

Desde que tenemos noticia de la cofradía ésta, al igual que la imagen y el santuario, se ha sufragado a base de donativos en dinero tanto de los propios hermanos como de incontables particulares, limosnas obtenidas mediante cepos y otros mecanismos petitorios, ofrendas y mandas testamentarias, partidas y subvenciones municipales, censos impositivos y entregas de productos agrícolas (trigo, cebada) y, sobre todo, ganaderos (entrega de cabras, borregos, carneros, novillos y terneras así como cueros y pellejos de diversos animales, una costumbre muy arraigada).

Otras fórmulas habituales a lo largo de los siglos han sido la celebración de fiestas en el santuario -solicitadas expresamente por ciertos personajes a cambio de generosos donativos-, el arrendamiento de rebaños de ganado caprino a particulares y el obsequio de toros para celebrar con ellos espectáculos populares mediante los que obtener ingresos pecuniarios y disfrutar a la vez de una jornada de compañerismo y hermandad.

El concejo de Pozoblanco costeaba anualmente los gastos de los capitulares y otros convidados que, en compañía de los cofrades, acudían a la ermita de Nuestra Señora de Luna en la dehesa de la Jara, tanto cuando se traía como cuando se llevaba al santuario la santa imagen, “en cuyas concurrencias es costumbre dar de comer el concejo a sus capitulares”. También se proporcionaba alimento, como limosna, a todos los pobres que se concentraban allí los días de romería.

(fuente: www.cofradiavirgendeluna.org)