martes, 21 de enero de 2014

21 de enero: Nuestra Señora del Exilio

La tradición nos dice que San Juan llevó a María a su casa en Jerusalén después de la muerte de Jesús. María reflexionó sobre los maravillosos misterios de su vida, ella oró por el nuevo hijo de ella, la Iglesia, ella ayudó a los apóstoles con su conocimiento de su Hijo y con su prudente consejo. María fue a todos durante esos largos años un pilar de fortaleza. Cada día que recibió la Sagrada Comunión, ella dijo otra vez su "Ecce Ancilla" cuando su encarnación Dios estaba dentro de ella.

Tenía que cuidar al recién nacido Iglesia y fortalecer los Apóstoles con su ejemplo y oraciones, y las suministramos junto con muchos detalles de la vida de su hijo. Ella tuvo que establecer su posición como Madre de la Iglesia. Durante esos largos años de exilio, la Iglesia aprendió a considerar a María como su Madre. Nuestro Señor le daría aún más tiempo para aumentar sus méritos por más sufrimiento. Su corona era la más bella posible, y por eso se quedó atrás en el sufrimiento de la tierra, lo que intensifica el amor, la humildad y la sumisión de la voluntad de Dios.

Madre María sigue "camina sobre la tierra", como sus muchas apariciones, sobre todo en los últimos años, testificar. No estamos solos en este valle de lágrimas en este exilio terrestre, como nuestra Madre está siempre con nosotros. Todo lo que necesitamos hacer es mantener nuestra mano apretaba entre las suyas, caminar en sus pasos, se mantienen de forma segura bajo la protección de su manto, y no te preocupes, pero sea seguro y seguro hasta que ella nos abraza en su brazo eternamente para conducirnos al trono de su Hijo para disfrutar de la mansión ahora mismo está preparando para nosotros.

traducido por mallinista 
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)

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