miércoles, 22 de enero de 2014

22 de enero: Nuestra Señora de Belén

Según la tradición, María amamantó a su Hijo en una cueva, llamada la Gruta de la Leche, muy cerca del lugar donde hoy se encuentra erigido el Santuario de la Natividad. La tradición añade que allí descansó la Virgen y amamantó al Niño Jesús. Una gota de leche cayó en la piedra de la gruta, y ésta se hizo blanca. Durante los primeros siglos, esta creta, diluida en agua, tomaba el aspecto de leche y se usaba como reliquia.

En las catacumbas de Priscila, en Roma, figura una representación pictórica de la Virgen, hecha en el siglo II. Es probable que se trate de una Virgen lactante. En las catacumbas también hay otros símbolos que hacen referencia a la leche.

La tradición de la leche se remonta, por otra parte, a los primeros siglos del cristianismo. A los neófitos se les daba a beber leche mezclada con miel, que en las primitivas iglesias de Egipto, Roma y el Norte de África era bendecida solemnemente en las vigilias de Pascua y Pentecostés. La leche con miel simbolizaba la unión de las dos naturalezas en Cristo. La costumbre de dar leche con miel a los recién bautizados no duró demasiado pero sobrevivió la representación artística.

Paso de la tradición iconográfica a Europa Occidental

En la iglesia del Monasterio Chilandari, del Monte Athos, en Grecia, fue venerada una Virgen de la Leche, en el estilo bizantino de los siglos XI y XII, llamada Panagia Galaktotrophusa.

Una inscripción del siglo XIII, en una de las imágenes de la Virgen (que pudo ser una Virgen de la Leche), en la ciudad de Sajidnaja, cerca de Damasco, figura en latín: Hoc oleum ex ubere Genitris Dei Virginia Mariae emanavit in loco, qui Sardinia vocatur, ubi genitilitas est, ex imagine lignea (“Este óleo manó del pecho de la Virgen María, Madre de Dios, esculpida en madera, lo que sucedió en un lugar de gentiles llamado Sardinia”.) Esta imagen fue trasladada de Constantinopla a Sajidnaja, probablemente en el siglo XI. Y hasta pasado el siglo XIV, se distribuyó aceite o leche. El icono de Sajidnaja tuvo mucha influencia. Los Templarios distribuyeron la sustancia entre los peregrinos y en muchos países. Es muy probable que este famoso santuario de Sajidnaja, que fue lugar de peregrinaciones de cristianos de Oriente y Occidente, sea la fuente (o una de las fuentes principales) del tema pictórico.

Información tomada de Manuel Trens, 
María. Iconografía de la Virgen el arte español, 
Editorial Plus-Ultra, Madrid 1947
(fuente: www.virgendebelenpr.net/)

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