La ciudad de Terouenne o Therouanne ya no existe y a pesar de que una vez fue un centro intelectual , religioso y cultural que había florecido en la Edad Media, fue completamente destruida por Carlos V hasta el punto de que ni una piedra sobre otra se mantuvo.
Cuando la región fue conquistada por Julio César, Therouanne era conocido por los galos como Tarwanna o Tervanna. Más tarde, en algún momento en el Siglo VII, San Audomar predicó el Evangelio en la región y creó un gran obispado, llegándose a edificar una catedral dedicada a Nuestra Señora que se construirá en Terouenne en 1133, la cual era la más grande de toda Francia hasta ese momento.
La ciudad de Terouenne fue tomada por los rebeldes que enfrentaban a las tropas imperiales del Imperio Romano en 1553. El emperador Carlos V ordenó que la ciudad fuera arrasada, incluida la Catedral, dos iglesias parroquiales y varios monasterios y abadías, e incluso las paredes de la ciudad.
Hoy en día, los arqueólogos están tratando de reconstruir lo que se encuentra enterrado bajo la tierra. El emplazamiento de la catedral una vez dedicada a la Virgen ha sido descubierto y aclarado, pero es poco más que un montón de piedras rotas. Una estatua de Cristo, conocido como el Gran Dios de Therouanne, de alguna manera sobrevivió a la destrucción, y se encuentra actualmente en exhibición en la catedral de Saint Omer. Y así, la diócesis de Therouanne, que una vez fue la más rica y extensa sobre todo en Europa occidental, ha desaparecido del mapa y hasta el recuerdo de la población local.
traducido por mallinista
((fuente: www.roman-catholic-saints.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario