Un pequeño pueblo de Cantabria (España), San Sebastián de Garabandal, vivió unos hechos que impactaron y cambiaron la historia de una aldea y de unas gentes, en su Fe, en su cultura y en su fisonomía de pueblo.
El 18 de Junio de 1961, cuatro niñas de once – doce años: Conchita, MariCruz, Jacinta y Mari Loli, dicen haber tenido por primera vez la aparición del arcángel San Miguel, al que volvieron a ver en repetidas ocasiones y que les anunció que el día 2 de Julio verían a la Santísima Virgen.
El día 2 de Julio, según confirman las niñas, se les aparece la Santísima Virgen, que se les sigue haciendo presente en días posteriores, hasta que el 18 de Octubre del mismo año, dicen haber recibido de Ella, un mensaje para el mundo:
Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia.
Tenemos que visitar al Santísimo con frecuencia.
Pero antes tenemos que ser muy buenos.
Si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos nos vendrá un castigo muy grande.
Durante muchos días, meses, y algunos años, acontecieron hechos extraordinarios “no explicables”, que marcaron la vida de la parroquia y provocaron la venida multitudinaria de gentes, provenientes de diferentes rincones del mundo, para ver in situ tales acontecimientos.
Durante los acontecimientos, surgen posturas positivas, negativas, entusiastas y apáticas. La Jerarquía, aconseja la postura a seguir por los sacerdotes y laicos en tales momentos. La respuesta de las gentes es de todo tipo: aceptación de las normas, rechazo, confrontación ante lo que están viviendo……
Las niñas son sometidas a estudios, exámenes, análisis y entrevistas, a lo que responden en calidad de unas niñas sencillas de aldea. Los acontecimientos, siguen movilizando avalanchas de peregrinos y llenando medios de comunicación.
Brotan dimes y diretes a favor y en contra de la sobrenaturalidad de los hechos, y todos cuentan lo que han visto y experimentado.
No pretendo desde estas líneas, narrar todo lo acontecido en San Sebastián de Garabandal durante esos 4 años. Muchos libros y artículos han sido escritos, a los que podemos recurrir si deseamos más información.
Es el 18 de Junio de 1965, cuando Conchita,una de las niñas videntes, dice recibir el segundo mensaje de la Virgen por intercesión del arcángel San Miguel. El Ángel ha dicho:
Como no se ha cumplido y no se ha dado mucho a conocer mi mensaje del 18 de octubre, os diré que este es el último.
Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando.
Los Sacerdotes, Obispos y Cardenales, van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas.
La Eucaristía cada vez se le da menos importancia.
Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros con nuestros esfuerzos.
Si le pedís perdón con alma sincera, Él os perdonará.
Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos, os quiero mucho y no quiero vuestra condenación.
Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos.
Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús.
Durante esas fechas, nuestra Iglesia Diocesana, publicó cuatro notas haciendo referencia a las supuestas apariciones. Las notas, junto a otras posteriores, fueron recopiladas por Mons. José Mª Cirarda, Obispo de Santander el 25 de Abril de 1970 y publicadas como: “Declaraciones Oficiales de la Jerarquía sobre Garabandal”
Un DESPUÉS: (18 Junio 1961– 18 Junio 2011)
Han pasado 50 años, y a lo largo de este tiempo “el eco de las apariciones” sigue de actualidad, y movilizando la presencia de inmensidad de peregrinos de todas las partes del mundo, que vienen buscando seguridad en la Fe y fuerza ante los problemas personales: de salud, familiares, sociales, etz….
Se calcula la presencia de cuatro millones de personas de todo el mundo durante estos cincuenta años, quedándonos por detrás y no por delante en cifras. Gentes que vienen, no por ver este pequeño pueblo de Cantabria, sino por el impacto de las referidas apariciones. Peregrinos, que vienen buscando ante el descrédito de nuestro tiempo en todos sus aspectos: político – social – religioso – humano… y ante el desconcierto – confusión y aturdimiento, un atisbo de luz que de fuerza a sus vidas y a su Fe de caminantes, por medio de la Virgen María. Estas personas, son de todo tipo: sociológico, cultural y religioso. A lo largo del año, y según las circunstancias del momento histórico, nos acompañan miles de peregrinos venidos de los más recónditos lugares del mundo.
Durante estos cincuenta años, se han escrito cantidad de libros, artículos, revistas y guías de peregrinaciones, sobre Garabandal. Las agencias de viaje, incluyen Garabandal en su guía de peregrinaciones religiosas, en itinerarios como Lourdes, Fátima ó Santiago de Compostela.
No podemos pasar por alto que Garabandal, al igual que otros lugares, se convierten a veces, en un lugar propicio para integrismos de toda clase que preocupan a la Iglesia y a la comunidad parroquial por su estilo de confrontación y vivencia de normas más que de contenido.
Ante el fenómeno Garabandal, no se pueden adoptar posturas radicales de rechazo, o jocosidad, es muy fácil expresar opiniones infundadas y ligeras, o tal vez una euforia sensiblera. Pero todo esto no se puede hacer, y menos aun si se desconocen los hechos y su larga historia. Hay que cultivar una actitud de respeto fraterno, ante el sentimiento religioso y creyente de tantas y tantas personas, que a lo largo de estos años han pisado este pueblo, que es historia para unos y mito para otros, pues han venido buscando un atisbo de luz a su Fe o búsqueda de Fe para dar razón a su existencia. El sentir de muchas personas, es el de haber encontrado una fuerza interior en este lugar. Es muy fácil tildar con adjetivos de menosprecio o de nuestros conceptos personales a los que así se expresan; lo difícil es respetar y comprender, que cada uno vive su Fe con diferentes motivaciones personales. Las gentes del pueblo, y de fuera, que siguieron en vivo los “hechos” se expresan así: “Lo que hemos vivido y experimentado, nada ni nadie, lo podrá apagar de nuestros corazones”
Nada ni nadie, nos puede obligar a que recemos o no recemos aquí o allá (Lourdes, Fátima, Garabandal o cualquier otro lugar), y sobre todo cuando las posturas de estos fieles no atenta contra la doctrina de la Iglesia.
El pueblo de S. Sebastian de Garabandal y la Parroquia, con ese ayer y el después, ha cambiado totalmente en todos los aspectos: Materialmente: con un hotel y sus cuatro posadas, tres tiendas de objetos religiosos, nuevas construcciones y un mayor nivel económico; Culturalmente: por la riqueza de intercambio con personas de todo el mundo y Religiosamente: por el hecho de compartir su vida parroquial con gentes de diferentes culturas, y ser testigos de tantas peregrinaciones. Es algo que ha marcado la historia de un pueblo.
Pudiéramos definir con esta frase la realidad de Garabandal: HISTORIA, MISTERIO, DUDA, EUFORIA, CAMBIO, INTERROGANTE Y AYUDA. Cada cual es libre de sentir, pensar y expresar los sentimientos de su vida, dentro de una Comunión Eclesial, y más cuando éstos te ayudan a caminar con más acierto. La cultura del silencio, no es callar, sino saber hablar desde la verdad y el corazón.
La nota común de tantas personas, es constatar que las palabras – mensajes trasmitidos por aquellas niñas – se están verificando en este mundo y en esta Iglesia, a la luz de los hechos acontecidos.
Un HOY (Año de la FE)
Mi actitud como pastor responsable de esta comunidad parroquial, es de:
1.- Comunión con mi Iglesia.”Las niñas siempre hablaban de la obediencia a la Iglesia”
2.- Respeto profundo, a tantas personas que se acercan aquí, y comparten nuestra Eucaristía, cima y cumbre de la vida cristiana, así como actos piadosos a la Virgen nuestra Madre, con el fin de aprender a vivir como Ella, con Ella y desde Ella, nuestra Fe en su Hijo Jesucristo.
3.- Acogida fraterna, para que siempre descubran que la Iglesia es Madre, que acoge con amor y respeto. Y para que encuentren en Ella, “Luz y Paz” en su camino de creyentes. Mi tarea no es la de apagar el pabilo vacilante, sino encender la Fe, que en no pocos está queriendo brotar.
4.- Ayudar a descubrir, que la verdadera devoción y amor a la Virgen, nos tiene que llevar a una profunda adhesión a Cristo, a su Evangelio y a su Iglesia, en perfecta comunión de hermanos. Comprendiendo que María, quiere despertar la alegría de tantos corazones y recuperar la paz que su hijo nos ha dejado en herencia.
5.- Compartir con todos la Eucaristía, como la gran escuela de esperanza, de fraternidad y de gratuidad. Y ser impulso, para que nuestra Iglesia de hoy, a veces desconcertada y aturdida, acierte a volver siempre al Evangelio de la esperanza. Es urgente edificar una Iglesia de confianza y esperanza. Estamos llamados a sembrar esperanza en el mundo.
6.- Orientar, para que comprendan, que la comunión eclesial, respalda un auténtico amor a la Virgen. Que por medio de la Virgen nos encontramos con Cristo, que es el Camino-la Verdad y la Vida.
7.- Practicar la misericordia desde la verdad, con aquellos un tanto desorientados por circunstancias personales, religiosas, o que están mal orientados a veces por guías ciegos
8.- Trabajar con caridad, para que Garabandal sea una CASA donde todos se sientan acogidos. Una ESCUELA donde aprendamos a vivir la Fe en la Caridad. Y un TALLER, para trabajar por crecer como creyentes y personas.
Confiando en el amor maternal de la Virgen, esperamos que entre todas las partes, hagamos realidad tantas necesidades, para hacer de San Sebastián de Garabandal un espacio de ORACIÓN-FE y FRATERNIDAD.
Desde estos compromisos personales, cuento con tu oración y ayuda, para realizar con acierto mi Sacerdocio, en esta Parroquia con un gran calado Mariano.
A todos, nos une, la figura de nuestra Madre del Cielo, que nos ama profundamente y queremos acertar a responder a ese amor.
(fuente: www.garabandalparroquia.com)
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