Te corona el cariño que Albacete te envía: te corona su fe
Estos versos y otros muchos del himno de la Coronación de la Virgen de los Llanos, recogen y reflejan la devoción y el amor que los albacetenses sentimos hacia nuestra Patrona, en cuyo honor celebramos desde antiguo, esta Feria de septiembre.
Sin embargo, resulta difícil conocer históricamente, por falta de pruebas documentales, muchas de éstas basadas en la tradición, el origen exacto de la devoción a la Virgen de los Llanos.
Villalba y Córcoles en su conocido Pensil del Ave María escrito en 1730, refleja la leyenda, un tanto fantasiosa, de que la primitiva imagen de la Virgen de los Llanos fuera realizada por san Lucas y traída a España por el apóstol Santiago el Mayor, que la depositó en el paraje de los Llanos De vuelta a Roma, comunica este hecho a san Pedro, quien envió a España para predicar a los Siete Varones Apostólicos, los cuales depositaron una escultura de san Pedro en el citado paraje De esta manera, en el culto a ambas imágenes estaría el origen de las ermitas de la Virgen de los Llanos y de san Pedro de Matilla.
Francisco Sánchez Torres en 1898 aventura la hipótesis de que hacia el año 744 la imagen de la Virgen fuera enterrada "para librarla de posibles profanaciones al ser ocupados por los árabes de Palmira" los territorios de Albacete. Este historiador señala que la Santa Imagen sería hallada entre los años de 1266 y 1375.
Datos más fiables acerca del origen de esta devoción los encontramos en el tomo I de la fundación del convento de franciscanos que tuvo lugar en 1672. En el mismo, fray Mateo Vázquez recoge la leyenda de la aparición basada en la tradición oral. Al respecto, señala que "es tradición inmemorial que labrando un labrador en el campo donde está la iglesia, o templo de la Virgen de los Llanos, fue encontrada la Santa Imagen en esta forma: pararónse los brutos y haciendo fuerza el labrador para sacar el arado, sacó la punta de él, esto es, en la punta del arado: la cual Imagen de la Virgen era pequeña,' y haciendo después la Imagen que al presente se venera, entraron o depositaron en su pecho la antigua pequeña y después hicieron la Ermita, El labrador; cuyo nombre se ha perdido, la consideró una muñeca y la colocó en la manta para llevarla como juguete a una hija que tenía, mas al llegar a su casa no la encontró y supuso la había perdido; volvió al siguiente día ya la primera vuelta del arado salió la Imagen, lo que le hizo creer se le había caído allí mismo y, para que no volviera a suceder; ató la manta donde la envolvió, cerciorándose,' cuando marchaba, de que allí permanecía,. pero llegó también sin ella aunque el atadero continuaba firme,' pensó entonces con detenimiento en las circunstancias del hecho y vino a Albacete a contarlo al clero, el cual le acompañó al lugar de la aparición, y también a la primera vuelta del arado salió por tercera vez el bello simulacro, que procesionalmente se trajo a la población, donde estuvo hasta que edificó la ermita".
En el lugar de la aparición se edificó una humilde ermita para rendir culto a la Virgen de los Llanos. Ésta era "pequeña, aunque muy adornada de insignias que los devotos dejaban en reconocimiento de los favores que continuamente experimentaban de su poderosa intercesión, a que acudían muchos concursos de los lugares circunvecinos a rendir las gracias de los favores recibidos, pues desde los primeros momentos" .
Muchos de los milagros atribuidos a la intercesión de la Virgen los Llanos también aparecen recogidos en el libro de la fundación del convento de franciscanos descalzos. Por este documento conocemos los obrados en la persona del espadero, Blas Martínez, quien por intercesión de la Virgen, en 1632, curó su "brazo paralítico" , el de una mujer de Carcelén, también paralítica, quien curó su enfermedad y dio gracias "aclamando el milagro y beneficio recibido por intercesión de esta Santísima Virgen" . Otros muchos, como el acaecido en 1637 en la persona del niño Antonio Valcárcel Soto, de Tobarra, a quien un carro pasó por encima, y que sanó rápidamente por intercesión de la Virgen de los Llanos, reflejan la importancia que el culto a la Virgen alcanza, no sólo en el ámbito local, sino que éste transciende a otros lugares, como refleja el libro de los milagros, hecho estudiado por el profesor Santamaría Conde, y que pone de relieve el prestigio que comienza a tener este santuario.
La devoción a la Virgen de los Llanos también aparece documentada en los libros de acuerdos municipales de la villa de Albacete. Las noticias más antiguas que hacen referencia a este hecho son del año 1570, aunque el primer acto reflejado se refiere al 8 de abril de 1581 donde se señala que se dan 24 reales "para la limosna para los pobres que van por Nuestra Señora de los Llanos" . De nuevo en 1587 se anotan en los libros de actas una serie de libramientos dados para "la comida que se da a los clérigos que van en procesión a la ermita de la Virgen de los Llanos y para los pobres que van a dicha ermita" .
Todos los años en marzo, abril, o bien en mayo, se traía a la Virgen a la parroquia de San Juan desde su ermita, en una procesión regulada por el Ayuntamiento de la Villa a partir de 1591. Precisamente en 1616, cuando por primera vez se cita a la Virgen de los Llanos como Patrona de Albacete, en el acta correspondiente se detalla "que se debe tener en traer a esta Villa a la imagen Santísima de Nuestra Señora, Patrona y Abogada desta dicha Villa" .
Los motivos de traer a la Virgen desde su ermita eran, entre otros, para implorar "la necesidad del agua... cese de enfermedades... " . Una vez alojada en el altar mayor de San Juan Bautista, se hacían rogativas, misas e incluso en su honor se celebraban diversos festejos como "luminarias y fiestas de toros" , organizados por el Ayuntamiento con la colaboración de los vecinos y las cofradías de la Concepción y de Santa Ana. Finalizados los actos, la Virgen retornaba en procesión a su ermita.
Esta devoción a la Virgen de los Llanos, que empieza a alcanzar importancia en los años finales del siglo XVI, y sobre todo desde el siglo XVII, como hemos visto, hecho estudiado por algún historiador local con gran acierto, es interpretado como afirmación de la importancia que alcanza la villa de Albacete con respecto a Chinchilla, cuya Patrona, la Virgen de las Nieves, se veneraba en la cercana ermita de san Pedro de Matilla.
El prestigio de este santuario mariano alcanza un gran auge cuando en el mismo se funda , por Real Cédula de 20 de septiembre de 1672, un convento de franciscanos descalzos pertenecientes a la Provincia de San Juan Bautista de Valencia, a pesar de la oposición de los frailes observantes y agustinos de Albacete que cuentan con el apoyo e influencia de doña Mariana de Toledo, marquesa de los Vélez, aya de don Carlos II y patrona de la Provincia franciscana de Cartagena. Sin embargo, el deseo del Ayuntamiento de tener esta fundación "que se hará a Su Majestad Divina, a su Madre Santísima, en utilidad y aumento espiritual, corporal y temporal de los habitantes de la villa de Albacete y de otros lugares comarcanos" , propiciará que en la noche del domingo del día 3 de octubre de 1672, el ministro provincial, fray Jerónimo Tous, tome posesión de la ermita y funde un convento. Estos frailes franciscanos van a ser los encargados del culto a la Virgen tal y como se detalla en la concordia firmada con la villa de Albacete el 6 de noviembre. En ella se anotan, entre otros aspectos, "que la dicha Villa ha de quedar con el patronazgo del convento... que esta Villa, siempre que se le ofrezca, ha de pedir a Nuestra Señora y los Religiosos la han de dar en cualquier ocasión de necesidad que la dicha Villa tiene votada la fiesta de Nuestra señora, en el día de San Juan de Mayo que las joyas de Nuestra Señora tiene, se hayan de conservar; en especial las dos coronas, la imperial y la otra" .
Firmados estos acuerdos, tanto la Villa como los religiosos muestran su complacencia, "la primera, satisfecha por el aumento del culto que se tributaba a su querida Patrona; los segundos, aparte de igual motivo, contentos de la fundación que, en un porvenir no lejano, había de proporcionarles comodidad y bienadanza" .
Instalados los franciscanos en la ermita y dependencias anexas, inician la construcción de un nuevo convento en terrenos cedidos por la Villa y por don Antonio Cantero, convento que con el tiempo va a ser uno de los más importantes de la Provincia de san Juan Bautista de Valencia, y posteriormente, a partir de 1774, de la Custodia de san Pascual Bailón del reino de Murcia. En el mismo se celebraron numerosas reuniones capitulares, moraron ilustres religiosos adornados con fama de santidad, llegó a tener noviciado y también una fábrica de sayales y un hospicio en Albacete. Igualmente, de 1753 hasta 1767 se ocuparon del culto en el santuario del Cristo del Saúco. Cuando el Ayuntamiento de Albacete, tal como leemos en los libros de acuerdos municipales, requería la presencia de la Virgen, fundamentalmente para la realización de rogativas, los frailes llevaban en procesión, "con la solemnidad acostumbrada" , la Patrona a la Villa, "armados de ásperas y rigurosas penitencias" , acompañada de "Los cabildos secular y regular" . Algunas de estas rogativas, como la que tuvo lugar el 9 de marzo de 1750, provocaba entre los vecinos a su paso el más encendido fervor popular: "unos con antorchas encendidas otros concurriendo con iluminar las calles y muchos aliviando a los religiosos con sostener las graves penitencias que sufrían sobre sus cuerpos" . Realizados los diversos oficios religiosos acostumbrados, "se restituía a Su Santa Casa la Imagen de María SS de los Llanos, con gran devoción, en recuerdo de los beneficios que esta va con su traida a experimentado" .
Como hemos señalado anteriormente, en el lugar de la aparición se edificó una pequeña ermita. Posteriormente, según leemos en el libro primero de la fundación del convento, se indica "que hacia I 628 se fabricó el templo que hoy tiene que es muy grande y capaz" . Estas obras para la construcción del nuevo templo se iniciarían, posiblemente, hacia 1620 y estarían concluidas hacia 1638, cuando Juan Díaz de Gamboa, vecino de Jorquera, concluye la torre de la iglesia. Para ello se contó con la colaboración del Ayuntamiento y de los vecinos, hecho que viene a demostrar el auge que alcanza la devoción a la Virgen de los Llanos a partir del siglo XVII. Con la llegada de los frailes franciscanos todo el conjunto religioso se va ampliando y se realizan numerosas obras, muchas de ellas reflejadas en los libros de Actas y de Historia de la Custodia de san Pascual Bailón , afortunadamente conservados. Junto a la ermita se construyó un hospicio, claustro y el resto de las dependencias conventuales articuladas en tomo a la misma, tal y como podemos ver en este pequeño plano de 1780.
Sin duda la obra más importante llevada a cabo en la misma es la construcción de un camarín en 1684, siendo guardián del convento fray Mateo Blázquez. Este se encontraba situado detrás de la capilla mayor y al mismo se accedía por una escalera desde la sacristía. Se hallaba decorado profusamente y en él "se encontraban completas y bien guardadas todas las alhajas" donadas por los fieles y devotos, y cuya relación se encuentra en los citados libros de la Custodia. Ocupando el centro del camarín estaba la imagen de la Virgen de los Llanos, cuya iconografía ha sido estudiada tanto por Sánchez Jiménez como por García-Saúco. De la primitiva imagen gótica de finales del siglo XIV o inicios del XV se conservan dos cabezas de la Virgen y el Niño en la espalda de la actual, destruida parcialmente en 1936. Junto a éstas se encontró la siguiente inscripción donde se lee: "Esta es la cabeza / de la virgen de los los / llanos que fue el pri / ncipio de la devoción / de esta casa suya y / por ser de materia tan / flaca se hiço este cuer / po y cabeça de madera / Año de / 1631"/ . Con posteridad a este año, en palabras de García-Saúco, "la imagen tomaría una forma piramidal con un frente triangular, con vestido, manto, rostrillo, coronada, con aureola de estrellas y media luna a los pies, según la visión apocalíptica de san Juan", tal como la contemplamos en la actualidad. De esta imagen se conservan varios grabados y litografías en los que podemos observar la evolución iconográfica a lo largo de diferentes épocas. El templo se amplió en sucesivas etapas, se hicieron varias capillas, como las de san Antonio de Padua, san Pascual Bailón, san Pedro de Alcántara, san Diego de Alcalá, Nuestra Señora de Loreto, Concepción. .., todas ellas adornadas con ricas imágenes y pinturas. En estas capillas se veneraban diversas reliquias como: un trozo de carne, hueso y hábito de san Pascual Bailón, un trozo de vara de Santa Catalina Mártir, así como otras de san Pedro de Alcántara, beato Andrés Hibernón, beato Salvador de Horta, etc. También se construyó una bóveda para enterramiento de los religiosos.
Estos breves apuntes históricos acerca de la devoción a la Virgen de los Llanos quedarían incompletos si no hiciésemos una puntual referencia a la Feria de Albacete. Ésta se celebraba tradicionalmente en la Villa, pero cuando los frailes franciscanos descalzos toman posesión de la ermita en 1672, la Feria se traslada a los Llanos y piden al rey, en abril de 1683, les conceda el título de feria franca, petición que no es atendida. Sin embargo, el 6 de marzo de 1710 sí se concede al Concejo de Albacete el citado privilegio para celebrar en la Villa la Feria todos los años del 7 al 11 de septiembre. Los frailes recurren y en julio de 1712 obtienen una Real Provisión para que la Feria se siga celebrando "en el sitio y lugar de los Llanos y que caso que la villa la manda se a otro sitio, no sacase la Imagen de Nuestra Señora de su convento, imponiendo para que lo cumpliese las penas y apercibimientos correspondientes" . El argumento fundamental era que de las limosnas de los fieles que acudían al santuario dependía el sustento del convento. A partir de este momento, se va a iniciar un largo pleito entre los religiosos y el Ayuntamiento para dirimir esta cuestión, pleito que llega a las más altas instancias judiciales de la época, como la Real Chancillería de Granada, y que en gran parte se conserva. Este contencioso va a dar lugar a momentos de gran tensión entre el Ayuntamiento y los religiosos, como los sucedidos en 1779, cuando el guardián, fray Antonio Ponce, se opone a que los comisarios nombrados por la Villa para la Feria de ese año entren en la casa-hospicio del convento. Este enojoso pleito se resuelve con fecha 11 de julio de 1783, cuando el Tribunal Supremo de Castilla concede al Ayuntamiento licencia para trasladar y celebrar la Feria en Albacete. Para ello tomó la resolución de realizar un edificio "en las eras de santa Catalina con capacidad sobrada para todas las exigencias y necesidades de la época" . A partir de este momento, la Feria adquiere gran importancia y será uno de los factores que van a contribuir al progreso de Albacete, y que cristalizarán en la concesión de la capitalidad en 1833. Trasladada la Feria a la Villa, los religiosos permanecen en el convento cuidando del culto a la Patrona hasta que, en marzo de 1836, el convento se clausura como consecuencia de la aplicación de los decretos desamortizadores de Mendizábal. Cerrado éste, los religiosos lo abandonan, y mientras se decide el destino del convento, culto a la Virgen, cuidado de las alhajas y demás pertenencias, las autoridades acuerdan "que para no privar a aquellos fieles de oír el Santo Sacrificio, dispone que interinamente, quedase hospedado en una de las casas de los labradores, el religioso fray José Suárez, entregándole las llaves de Iglesia, vestuario y demás necesario para la celebración del Santo Sacrificio hasta ulterior disposición" .
En 1836, el Ayuntamiento reclama la imagen de la Virgen y sus pertenencias quedando depositada en la parroquia de san Juan, colocándola en una hornacina del desaparecido retablo barroco del altar mayor. En 1875 se fundó la Asociación de la Virgen de los Llanos a la que el rey Alfonso XIII concede el título de Real. Destruida parcialmente en 1936, la imagen se restaura y reconstruye en el taller de Ramiro Undaveytia. En 1948 el escultor valenciano José Díes López realizó una nueva peana, copia de la destruida en 1936. Después de la Guerra Civil, en 1940, la Virgen es entronizada en el emplazamiento actual en un bello retablo del siglo XVI. El 27 de mayo de 1956, la Virgen de los Llanos fue coronada canónicamente por el Nuncio Apostólico, en un brillante acto que sin duda muchos albacetenses aún recuerdan. Con los donativos aportados por el pueblo de Albacete se hizo un a corona de oro, una nueva peana de plata diseñada también por José Díes López y un precioso manto realizado por las monjas Carmelitas descalzas de la ciudad. Final- mente, la imagen actual presenta una media luna con dos estrellas en los extremos en la que aparece una inscripción con la firma, fecha y nombre del donante, el regidor, Diego de Molina Montesinos, que fue realizada en 1654 por Manuel López.
Dios te salve, Maria de los Llanos, Señora de la sombra y la luz ...
(fuente: www.mariologia.org)
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