En Junio de 1993 ella le pidió en el nombre de Dios, que los mensajes se hicieran públicos y desde 1995 han ocurrido los muchos MILAGROS EUCARÍSTICOS. Nuestra Señora dice: “YO SOY LA MADRE DE LA EUCARISTÍA.CONOZCAN LA PALABRA DE JESÚS, AMEN.”
Desde 1971 Marisa Rossi es asistida por el ex sacerdote Claudio Gatti, quien es su director espiritual. El ha fundado el Movimento Impegno e Testimonianza – “Madre dell’Eucaristia”, un movimiento de oración para el “Triunfo de la Eucaristía”.
Actualmente las apariciones continúan y nuevos mensajes son siempre entregados. Lea algunos mensajes seleccionados Mensajes de la Madre de la Eucaristía: Italia
MOVIMENTO IMPEGNO E TESTIMONIANZA “MADRE DELL’EUCARISTIA”
El movimiento tuvo un comienzo modesto en 1971. Los impulsores del movimiento son el ex sacerdote Claudio Gatti y la Señorita Marisa Rossi, de Roma.
Esta aparición ha tenido conflictos con el Vaticano a través del sacerdote Gatti, pero siguiendo los consejos de San Pablo de no extinguir el fuego y de tampoco ser demasiado crédulos, informamos la información principal que tenemos, apoyados en la posición del padre Rene Laurentin.
Este largo período puede ser subdivido en tres partes. La primera va desde 1971 a 1988, la segunda de 1988 a 1993 y la tercera de 1993 a nuestros días.
Durante la primera etapa, 1971 a 1988, sólo pocas personas tuvieron conocimiento de estas apariciones y sólo don Claudio ha participado siempre. Antes de aceptar los orígenes sobrenaturales, Don Claudio los estudió, consideró y sometió a atento examen y se ha hizo aconsejar, instruir y guiar por personas preparadas y competentes, porque en los comienzos de estas experiencias sobrenaturales era muy joven e inexperto. Examinó los mensajes y comprobó que en ellos no había nada en contraposición con la Sagrada Escritura. Tuvo siempre presente lo que dice San Pablo: “Aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os predicase un evangelio diferente del que os hemos predicado, sea anatema” (Gl 1,8)
Tuvo la confirmación de que los mensajes venían de Dios porque los habían puesto en práctica cosechando notables frutos espirituales. Encontró en los mensajes sincero amor a la Iglesia, respeto a la jerarquía eclesiástica y plena docilidad al magisterio. En ellos cosechó también un inmenso amor, a menudo con sufrimiento, pero siempre respetuoso por los sacerdotes, llamados “hijos predilectos”.
Le fueron comunicados con notable anticipo la verificación de hechos, algunos de los cuales extremadamente importantes para la Iglesia y para la sociedad, que se realizaron puntualmente en la fecha indicada. Finalmente sintió dirigidas a sí mismo las palabras de Gamaliel: “Si esta actividad es de origen humano, será destruida, pero si viene de Dios, no conseguiréis derrotarla, no os suceda que os encontréis combatiendo contra Dios” (Hc 5, 38-39)
De 1998 a 1993 en las apariciones fueron admitidas personas llamadas por la Virgen para formar un cenáculo de oración y de formación.
En 1993 empieza el tercer período de estas apariciones. Después de veintidós años de ocultamiento y de silencio, Dios ha querido que estas apariciones fuesen abiertas a todos, conocidas por todos como resultado del mensaje del 20 de junio de 1993.
Cuando Don Claudio y Marisa recibieron este mensaje les asaltó el miedo y la turbación. Se han sintieron solos, débiles, indefensos y se preguntaron angustiados: “¿Cómo podremos sostener la acometida y el peso que las apariciones públicas comportan?”. Una vez más la Palabra de Dios infundió en ellos paz y seguridad: “El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad” (Rm. 8, 26). Jesús y la Virgen les han ayudado a abandonarse a Dios y los han invitado a decir: “Es voluntad de Dios. Así sea” (Men. Del 27 de junio de 1993).
LA COMUNICACIÓN CON LA VIRGEN
Durante la aparición no se ve ni se oye a la Virgen, sólo se siente en la voz de Marisa lo que la Virgen le comunica. La Madre de la Eucaristía habla en arameo a Marisa que solo durante los éxtasis tiene el don de conocer esta lengua, traduce al italiano contextualmente lo que la Virgen dice en arameo. Todos los presentes pueden escuchar, por medio de Marisa, el mensaje y a veces el diálogo que se desarrolla entre la Virgen y Marisa, entre Jesús y Marisa.
A veces la Virgen da mensajes personales o secretos que deben ser conocidos solo por los interesados o por todos en un segundo momento. En estos casos sólo Marisa oye lo que la Virgen dicta en un silencio total.
La vidente escribe en una taquigrafía enseñada por la Virgen y que ninguno está en grado de descifrar. Estos mensajes son transcritos sucesivamente en italiano y consignados a Don Claudio que los conserva y refiere, si están de acuerdo, a los interesados.
La Virgen ha dado también mensajes para sacerdotes, para las hermanas y para los videntes. Por el momento son todos secretos, ha sido solo, por orden de la Virgen, publicado el primero de los mensajes a los sacerdotes que ella ha llamado “el decálogo para los sacerdotes” porque contiene diez maravillosos reclamos maternos.
La Virgen ha consignado a Marisa una serie de secretos que se refieren a los sucesos del mundo, de la Iglesia y de Italia. Ha enseñado a no tener miedo de los secretos, sino a tener miedo de no vivir en gracia: “Los secretos son duros solo para los que no están en gracia, los que están con mi Hijo Jesús, no deben temer nada” (Men. 3 de Octubre de 1992)
Marisa dice que “Nuestra Señora está de pie con los brazos abiertos y hace pequeños ademanes cuando habla. Se arrodilla en profunda adoración cuando Jesús o La Santísima Trinidad están presentes. Siempre es más bella cada vez que La veo.
Está de pie en una nube blanca como nieve. Ella es muy joven, parece de aproximadamente 18-20 años. Su cara es bien proporcionada, ovalada, con el color natural de Su país; tiene mejillas rojas; sus labios son normales, muy bellos, color de rosa.Nuestra Señora es acompañada siempre por ángeles que cantan y muchas veces ella ha estado rodeada por santos: San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Lucas, San Francisco de Asís, Santa Clara, Santa Catalina de Siena, San Luis Gonzaga, San Gabriel de la Madre Dolorosa, Santa Bernadette, San Juan Bosco, San Pío X y por muchos otros. Aun el Padre Pío acompañó a Nuestra Señora en varias ocasiones, así como también Pío XII, Juan XXIII, Paulo VI y Juan Pablo I.
Cuando sonríe es aún más bella porque se le forman dos hoyuelos pequeños en sus mejillas. Sus ojos alumbran y están de un color azul oscuro, muy profundos y abiertos. Su nariz armoniza con su cara. Sus cejas son oscuras como sus pestañas.
Veo la cara y el cuello de Nuestra Señora pero no sus orejas. También veo su pelo que es largo y oscuro, que se extiende uniformemente sobre su cabeza y a los lados.
Sus manos son dóciles, sus brazos se extienden hacia los cielos cuando habla de su Hijo Jesús y se abren hacia mí cuando nos habla a nosotros los hombres. Nunca junta sus manos pero las cruza en su corazón cuando dice al “Padre Nuestro”, el “Gloria,” el “Magnificat.” Cuando recita el “Gloria” inclina su cabeza como signo de reverencia.
En obediencia a Dios Padre, Ella recita el “Ave María” con nosotros.
Cuando viene con la Sagrada Eucaristía lleva un velo blanco en la cabeza y un manto azul que cae de sus hombros y reposan sobre la blanca nube. Su vestido blanco marfil cae holgadamente sobre la nube. Cuando viene sin la Sagrada Eucaristía no lleva el velo blanco y su manto alcanza desde su cabeza hasta la nube.
Es imposible describir la belleza y dulzura de Nuestra Señora”.
Varias veces en las apariciones Nuestra Señora precedió a su Hijo Jesús. Cuando Jesús viene Nuestra Señora le da la bienvenida con una profunda reverencia y después se arrodilla. Jesús toma de la mano a Nuestra Señora y la invita a levantarse y estar cerca de Él: “Ven, cerca de mí, querida Mamita”, le dice. En Navidad y en otras ocasiones Nuestra Señora aparece sosteniendo al pequeño Jesús, a quien simplemente llamamos “el Niño”, en sus brazos y lo entrega a Marisa quien lo abraza y Lo estrecha en su corazón.
Nuestra Señora se ha aparecido a Marisa en caminos por el bosque, en las montañas en Dolomites, en los Alpes Occidentales y en el Gran Sasso, en el mar, en las premisas de una estación de radio católica, en las casas de personas, en carros y otros lugares.
La estatua de la Madre de la Eucaristía fue esculpida en 1980 por el Sr. Adolfo Insam de Ortisei (BZ). La misma Virgen indicó a Marisa y a Don Claudio el escultor a quien dirigirse. El escultor hacia varios años que no ejercía por su avanzada edad. A pesar de todo aceptó, pero no consiguió representar perfectamente la triple mirada de la que se habla arriba. Una vez llegada a Roma la estatua cambió mucho la expresión, hasta el punto de no ser reconocida por el mismo escultor, al que le fueron enviadas sucesivamente las fotos.
CONCEPTOS CENTRALES DE LOS MENSAJES
Durante la aparición no se ve ni se oye a la Virgen, sólo se siente en la voz de Marisa lo que la Virgen le comunica. La Madre de la Eucaristía habla en arameo a Marisa que solo durante los éxtasis tiene el don de conocer esta lengua, traduce al italiano contextualmente lo que la Virgen dice en arameo. Todos los presentes pueden escuchar, por medio de Marisa, el mensaje y a veces el diálogo que se desarrolla entre la Virgen y Marisa, entre Jesús y Marisa.
A veces la Virgen da mensajes personales o secretos que deben ser conocidos solo por los interesados o por todos en un segundo momento. En estos casos sólo Marisa oye lo que la Virgen dicta en un silencio total.
La vidente escribe en una taquigrafía enseñada por la Virgen y que ninguno está en grado de descifrar. Estos mensajes son transcritos sucesivamente en italiano y consignados a Don Claudio que los conserva y refiere, si están de acuerdo, a los interesados.
La Virgen ha dado también mensajes para sacerdotes, para las hermanas y para los videntes. Por el momento son todos secretos, ha sido solo, por orden de la Virgen, publicado el primero de los mensajes a los sacerdotes que ella ha llamado “el decálogo para los sacerdotes” porque contiene diez maravillosos reclamos maternos.
La Virgen ha consignado a Marisa una serie de secretos que se refieren a los sucesos del mundo, de la Iglesia y de Italia. Ha enseñado a no tener miedo de los secretos, sino a tener miedo de no vivir en gracia: “Los secretos son duros solo para los que no están en gracia, los que están con mi Hijo Jesús, no deben temer nada” (Men. 3 de Octubre de 1992)
Marisa dice que “Nuestra Señora está de pie con los brazos abiertos y hace pequeños ademanes cuando habla. Se arrodilla en profunda adoración cuando Jesús o La Santísima Trinidad están presentes. Siempre es más bella cada vez que La veo.
Está de pie en una nube blanca como nieve. Ella es muy joven, parece de aproximadamente 18-20 años. Su cara es bien proporcionada, ovalada, con el color natural de Su país; tiene mejillas rojas; sus labios son normales, muy bellos, color de rosa.Nuestra Señora es acompañada siempre por ángeles que cantan y muchas veces ella ha estado rodeada por santos: San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Lucas, San Francisco de Asís, Santa Clara, Santa Catalina de Siena, San Luis Gonzaga, San Gabriel de la Madre Dolorosa, Santa Bernadette, San Juan Bosco, San Pío X y por muchos otros. Aun el Padre Pío acompañó a Nuestra Señora en varias ocasiones, así como también Pío XII, Juan XXIII, Paulo VI y Juan Pablo I.
Cuando sonríe es aún más bella porque se le forman dos hoyuelos pequeños en sus mejillas. Sus ojos alumbran y están de un color azul oscuro, muy profundos y abiertos. Su nariz armoniza con su cara. Sus cejas son oscuras como sus pestañas.
Veo la cara y el cuello de Nuestra Señora pero no sus orejas. También veo su pelo que es largo y oscuro, que se extiende uniformemente sobre su cabeza y a los lados.
Sus manos son dóciles, sus brazos se extienden hacia los cielos cuando habla de su Hijo Jesús y se abren hacia mí cuando nos habla a nosotros los hombres. Nunca junta sus manos pero las cruza en su corazón cuando dice al “Padre Nuestro”, el “Gloria,” el “Magnificat.” Cuando recita el “Gloria” inclina su cabeza como signo de reverencia.
En obediencia a Dios Padre, Ella recita el “Ave María” con nosotros.
Cuando viene con la Sagrada Eucaristía lleva un velo blanco en la cabeza y un manto azul que cae de sus hombros y reposan sobre la blanca nube. Su vestido blanco marfil cae holgadamente sobre la nube. Cuando viene sin la Sagrada Eucaristía no lleva el velo blanco y su manto alcanza desde su cabeza hasta la nube. Es imposible describir la belleza y dulzura de Nuestra Señora”.
Varias veces en las apariciones Nuestra Señora precedió a su Hijo Jesús. Cuando Jesús viene Nuestra Señora le da la bienvenida con una profunda reverencia y después se arrodilla. Jesús toma de la mano a Nuestra Señora y la invita a levantarse y estar cerca de Él: “Ven, cerca de mí, querida Mamita”, le dice. En Navidad y en otras ocasiones Nuestra Señora aparece sosteniendo al pequeño Jesús, a quien simplemente llamamos “el Niño”, en sus brazos y lo entrega a Marisa quien lo abraza y Lo estrecha en su corazón.
Nuestra Señora se ha aparecido a Marisa en caminos por el bosque, en las montañas en Dolomites, en los Alpes Occidentales y en el Gran Sasso, en el mar, en las premisas de una estación de radio católica, en las casas de personas, en carros y otros lugares.
La estatua de la Madre de la Eucaristía fue esculpida en 1980 por el Sr. Adolfo Insam de Ortisei (BZ). La misma Virgen indicó a Marisa y a Don Claudio el escultor a quien dirigirse. El escultor hacia varios años que no ejercía por su avanzada edad. A pesar de todo aceptó, pero no consiguió representar perfectamente la triple mirada de la que se habla arriba. Una vez llegada a Roma la estatua cambió mucho la expresión, hasta el punto de no ser reconocida por el mismo escultor, al que le fueron enviadas sucesivamente las fotos.
CONCEPTOS CENTRALES DE LOS MENSAJES
El 14 de Septiembre de 1995 en el jardín de la sede de la Vía delle Benedettine ha ocurrido el primer gran milagro eucarístico que se ha repetido muchas otras veces en presencia de miles de personas. El milagro eucarístico del 14 de septiembre de 1995 ocurrió durante la procesión. Del costado de Jesús, se volvió visible la sagrada hostia que se colocó en las manos recogidas de la señorita Marisa Rossi.
Donde ocurrió el primer gran milagro Eucarístico se puso una cruz como recuerdo. Aquel fue el día en que el Señor comenzó a manifestarse y a ser visible para todos los presentes apareciendo solo las especies del pan eucarístico.
LOS MÁS IMPORTANTES MILAGROS EUCARÍSTICOS
- 14 de septiembre de 1995: el primero milagro Eucarístico.
- 7 de octubre de 1995: durante la aparición Nuestra Señora entrega a Marisa la Eucaristía que se hace visible a todos los presentes.
- 26 de noviembre de 1995 – h.10 a.m.: el milagro anunciado.
- 26 de noviembre de 1995 – h.3 p.m.: el milagro Eucarístico del Sol.
- 18 de febrero de 1996: Nuestra Señora encarga Marisa de comer la hierba de el jardín taumaturgo y después le entrega una hostia grande.
- Pascua de 1996: Jesús entrega a Marisa una hostia profanada.
- 16 de junio de 1996: el milagro de la multiplicación de la Eucaristía.
- 30 de junio de 1996: tres sagradas hostias aparecen sobre la estatua del Santo Niño colocada en el altar de la capilla.
- 20 de octubre de 1996: Nuestra Señora deposita una hostia grande y algunas sagradas hostias sobre las hojas de una planta de ibiscus en la habitación de Marisa.
- 14 de noviembre de 1996: Jesús y Nuestra Señora traen una hostia grande y veinte sagradas hostias.
- 7 de diciembre de 1996: Nuestra Señora coloca una sagrada hostia dentro de un ostensorio.
- 12 de enero de 1997: Marisa abre el Sagrario de la capilla y encuentra una sagrada hostia grande.
- 6 de febrero de 1997: Nuestra Señora entrega a Marisa una sagrada hostia salpicada de sangre.
- 21 de febrero de 1997: San Juan Bosco trae a Marisa una hostia salpicada de sangre dividida en dos partes.
- 27 de marzo de 1997, 17 de abril de 1997, 31 de mayo de 1997: Nuestra Señora trae otras sagradas hostias manchadas de sangre.
- 29 de junio de 1997: la Eucaristía, después haber salido el costado de el crucifijo, atraviesa la vitrina misa como protección.
- 2 de noviembre de 1997: una hostia grande ha sido depositada por Nuestra Señora sobre la pequeña mano de Jesús niño.
- 23 de noviembre de 1997: Nuestra Señora deposita una hostia grande sobre el cáliz de Jesús dulce Maestro y muchas sagradas hostias sobre una estrella de Navidad.
- 7 de diciembre de 1997: la Madre de la Eucaristía entra al Vaticano.
- 22 de marzo de 1998: Nuestra Señora trae una hostia salpicada de sangre.
- 9 de abril de 1998: la Eucaristía, sacramento de unión.
- 17 de mayo de 1998: Jesús trae una hostia salpicada de sangre.
- 6 de junio de 1999: la hostia que había sangrado el 17 de mayo de 1998, sangra una segunda vez más abundantemente.
- 11 de noviembre de 1999: una hostia sangra en el lugar taumatúrgico por la nona vez.
- 16 de mayo del 2000: la Eucaristía sangra en el lugar taumatúrgico por décima vez.
- 18 de mayo del 2000: la hostia que había sangrado el 11 de noviembre de 1999, sangra una segunda vez más abundantemente.
- 11 de junio del 2000: milagro Eucarístico durante la Misa celebrada para el Obispo Claudio Gatti en el lugar taumatúrgico.
- 4 de octubre de 2001: Jesús indica el camino para obtener la paz.
- 6 de abril de 2002: segunda efusión de sangre de la Eucaristía traida por Nuestra Señora el 16 de mayo del 2000.
- 30 de diciembre de 2003: tercera efusión de sangre de la Eucaristía traida por Nuestra Señora el 16 de mayo del 2000.
- 15 de enero de 2004: el milagro eucarístico que ha hecho posible la presencia simultánea en una hostia de sangre divina y de sangre humana, acontecimiento que nunca ha ocurrido en la historia de la Iglesia.
TESTIMONIO DE RENÉ LAURENTIN SOBRE LA MADRE DE LA EUCARISTÍA
El padre René Laurentín, el mariólogo investigador de las apariciones mas reconocido en el mundo, está cercano a estas apariciones permanentemente. Este es un extracto del un artículo publicado luego que estas apariciones comenzaron a hacerse públicas.
El ABATE RENÉ LAURENTIN, probablemente el hombre más enterado acerca de las apariciones de la Virgen María, vino a Roma en diciembre de 1993. Visitó a Marisa Rossi y a Don Claudio Gatti, asistió a una aparición y tuvo una entrevista con los protagonistas. Publicó esta experiencia a la revista “Stella Maris” a través de un articulo publicado en el número 292/2 (febrero de 1994). A continuación se presenta dicho articulo traducido del inglés.
LA ROMA SECRETA DE MÍSTICOS Y VIDENTES
El día 5 de diciembre (1993) he visitado a Marisa Rossi. Ella vive en una pequeña comunidad fundada por el padre Don Claudio Gatti (Via delle Benedettine 91, 00135 Roma). Ella tiene una aparición en este domingo que es precedida, como de costumbre, por una PRUDENTE CATEQUESIS de Don Claudio Gatti y seguida por la celebración de una FERVOROSA MISA.
Hay un gran número de gente joven. Los cánticos son preparados perfectamente y Marisa es una solista y su voz es armoniosa.
La comunidad dice las oraciones en una capilla situada en el sótano de la pequeña residencia del “Movimento Impegno e Testimonianza”. Marisa se ve como una MUJER COMÚN ENTRE LA GENTE, ES SENCILLA Y ADORABLE.
En el momento de la aparición, ora en el centro de la capilla y al igual que los videntes en Medjugorje, se arrodilla cuando ve a Nuestra Señora. El éxtasis no la aisla del mundo exterior.
Al principio, cuando la asamblea ora CON NUESTRA SEÑORA, Ella le dice a Marisa que el ritmo de la oración es demasiado rápido. La vidente repite estas palabras y la gente disminuye la velocidad. Marisa habla con Nuestra Señora en voz alta.
La conversación es grabada de la misma manera que en Kibeho (Ruanda, áfrica). LA ACTITUD DE LA VIDENTE ES SENCILLA Y SIN PARTICULARIDADES, SUS OJOS Y SU CARA EXPRESAN SUS SENTIMIENTOS. La aparición dura como unos cinco minutos.
He preguntado a Don Claudio Gatti: “¿Desde cuándo Marisa ha estado viendo a Nuestra Señora?”.
El respondió: “Las apariciones ocurrieron en tres periodos, esto es:
1) De 1971 a 1985 fueron estrictamente privadas;
2) De 1986 al 4 de septiembre de 1993 fueron abiertas a la participación de unas cuantas gentes en oración;
3) A partir del 4 de septiembre de 1993 y como consecuencia del mensaje de Nuestra Señora en ese día, los mensajes se han vuelto públicos”.
“¿De qué tratan los mensajes?” he preguntado.
Y Don Claudio Gatti respondió: “Nuestra Señora dice que Ella es la Madre de la Eucaristía, que es la Madre de Cristo presente íntegramente en el Sacramento y es justo esto lo que significa la imagen que está colocada en la capilla, porque Nuestra Señora custodia la Sagrada Hostia y el cáliz”.
El escultor de esta imagen hace notar que Ella no tiene sus dedos dispuestos como los del sacerdote al dar la Sagrada Comunión. La Hostia está entre los dedos medio y anular y está girada tres cuartos hacia Ella. De esta manera se evita el riesgo de sugerir una imagen de la Virgen-Sacerdote que, desde 1913, ha sido prohibida por el Santo Oficio.
Nuestra Señora (dice Don Claudio Gatti) recuerda a la Iglesia: “Demasiados teólogos han sutilizado la Presencia real y han reducido la Eucaristía a un símbolo. La Eucaristía es un sacramento que es símbolo y realidad: símbolo-realidad, donación total, que exige adoración y agradecimiento.”
EL MENSAJE DE ORACIÓN, CONVERSIÓN Y AYUNO COINCIDE CON LOS MENSAJES DE MEDJUGORJE
He preguntado: “En 1971 Marisa tenía más de veintiún años de edad. ¿Qué ocurrió antes?”.
Don Claudio Gatti tuvo un titubeo pero respondió: “En 1971 me convertí en el director espiritual de Marisa”.
Pregunta: “¿Pero antes, ya había tenido algunas apariciones?”.
Respuesta: “Sí” DIJO MARISA “He estado viendo a Nuestra Señora desde que tenía dos años y medio de edad”.
Respuesta: “¡Dos años y medio, eso es tener muy buena memoria! Personalmente no he tenido reminiscencias anteriores a los tres años de edad”.
¿Y desde ese momento inicial Nuestra Señora te aclaró quién era Ella?”,
Marisa respondió: “No, Ella se me aparecía casi diario como una persona común y me ayudaba. Me aconsejaba y confortaba. Mi familia no sabía qué pensar de mí y decían: ¿es una estúpida o una santa?”.
El padre de Marisa era un hombre duro y he comprendido que ella necesitaba ayuda y consuelo, pero se cuida de no hablar mal de su padre. Sólo puedo imaginar el callado drama.
“Paso a paso” dice Marisa “me fui dando cuenta de que Ella era Nuestra Señora y Ella me lo ha confirmado a través de sus mensajes. En aquél tiempo ofrecí mi vida por un joven que se estaba preparando para el sacerdocio. El 9 de marzo de 1963 estuve presente de manera mística durante su ordenación. El vivía en Marche (una región italiana). Algún tiempo después, la Divina Providencia me permitió conocerlo. En ese lugar había una gran cantidad de sacerdotes y cuando estuve frente al primero que me encontré, pensé: ¡es él!. Pero Nuestra Señora me explicó que era otro y quien en realidad resultó ser fue Don Gatti, quien desde 1971 se convirtió en mi director espiritual”.
Don Gatti dice: “Frente a estos eventos extraordinarios, tuve muchas dudas, reflexioné mucho y busqué el consejo de otros sacerdotes. Entonces también consideré que los frutos eran buenos. De modo que, paso a paso, constituí esta pequeña comunidad y es mi compromiso personal el darle una formación Cristiana.
El Sr. Paolo Lunetti, esposo de Marija, la vidente de Medjugorje, asistió por algún tiempo a esta comunidad, pero no pudo integrarse a ella. Solo tuvo pensamiento para Medjugorje y su futura esposa”.Pregunta: “¿Y cómo se constituyó este grupo de oración con tantos jóvenes?” Don Gatti responde: “Muchos de ellos vienen de lejos. Entonces, si se casan, ya tienen serios compromisos anteriores y esto es muy raro en estos tiempos”.
CONSAGRACIÓN A MARÍA, MADRE DE LA EUCARISTÍA
Dios mío,
Yo creo que eres Uno en naturaleza, Igual en divinidad.
Tres Personas, presentes en la Eucaristía.
Ante Tí, Dios Uno y Trino, me postro en adoración
y Te reconozco como mi Creador, Redentor, Santificador.
Yo, pequeña y débil creatura,
elevada por Tu Gracia a la dignidad de ser hijo(a) Tuyo(a),
deseo vivir las enseñanzas del Evangelio,
ser un miembro dócil de la Iglesia,
aceptar los mensajes
que nos has enviado a través de la Madre de la Eucaristía.
Padre mío,
necesito Tu amor
para dar significado, dirección y propósito a mi vida,
nada puedo hacer sin Tí
al volverme hijo(a) Tuyo(a).
Jesús, dulce Maestro,
deseo conocerte y amarte más y más,
alimenta, sostiene y fortalece
mi vida con la Eucaristía,
pan de Dios, el pan de vida, pan vivo bajado del Cielo.
Espíritu Santo,
dame Tu luz
para que pueda comprender, aunque sea por un instante,
todo el infinito amor de la Santísima Trinidad
que se me da en la Eucaristía.
Oh Dios, Uno y Trino,
me consagro a Tí por medio de María,
Madre de la Eucaristía.
Me comprometo, tanto como sea posible,
a asistir diariamente a la Santa Misa
y a recibirte en mi corazón.
Creo que estás en verdad presente
en los Sagrarios de las iglesias,
donde deseo ir a alabarte, a adorarte
y hacerte compañía.
Madre de la Eucaristía,
Tú quien nos has dado a tu hijo Jesús,
con dolor y tanto amor,
mientras pendía de la Cruz,
ayúdame a vivir en la gracia para siempre estar listo
para recibir a Jesús en mi corazón.
Amén.
(fuente: forosdelavirgen.org)
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