Bernardo, el tercero de una familia de siete hijos , fue educado con especial cuidado porque antes de nacer, un hombre devoto le había predicho su gran destino. A la edad de nueve años, fue enviado a una famosa escuela en Francia en Chatillion -sur -Seine, dejado al cuidado de los sacerdotes seculares de San Vorles. Él era un muy buen estudiante y dedicado a la Santísima Virgen. Más tarde escribió varios libros acerca de la Santa Madre de Dios.
La Virgen María se apareció a Bernardo para inspirarlo para escribir sus libros. Esos escritos tocaron los corazones de pecadores, herejes y agnósticos para hacerlos devotos de María y así acercarlos a Cristo, su divino Hijo .
Siendo ya adulto, San Bernardo vio como su salud flaqueaba, al punto que se estaba preparando para la muerte. La Santísima Virgen María pronto se apareció a San Bernardo en su celda, acompañada por San Lorenzo y San Benito. Los tres se acercaron a San Bernardo y tocaron las partes de su cuerpo donde el dolor era la más severo, proporcionándole un alivio inmediato.
Una vez repuesta su salud, el santo retomó sus labores con mayor amor a Dios y devoción a la Madre Celestial. Bernardo volvió a escribir, dando inicio a su primer tratado en la humildad y el orgullo.
traducido por mallinista
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)
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