El edificio actual fue construido sobre los cimientos de una iglesia preexistente, dedicada a Sant'Andrea de Aquarizariis (1) en 1482, encargada por el papa Sixto IV, quien había hecho un voto. La iglesia fue consagrada a la Virgen María para recordar el milagro de que manara sangre de una estatua de la Virgen en el año 1480.(2) El autor del diseño original se desconoce, aunque se ha propuesto a Baccio Pontelli.
En 1656-1667 el papa Alejandro VII hizo que Pietro da Cortona restaurase el edificio, y añadió la famosa fachada barroca proyectándose desde sus alas cóncavas: esto, ideado para simular un escenario teatral, tiene dos órdenes y tiene una pronaos semicircular con columnas dóricas pareadas. La iglesia empuja hacia afuera, casi llenando su pequeña plaza; varias casas tuvieron que demolerse para que Pietro da Cortona crease incluso este pequeño espacio en miniatura.
El interior, que puede alcanzarse desde la puerta original del siglo XV, tiene una nave corta con bóveda cruciforme y una tribuna sobrevolada por una cúpula. Carlo Maderno diseñó el altar mayor (1614) para enmarcar la venerable imagen de la Virgen y el Niño.
Rafael comenzó a pintar las cuatro Sibilas recibiendo instrucción angélica (1514) sobre la entrada con arco, que lleva a una capilla interior, encargo de Agostino Chigi, el banquero papal.(3) La Deposición sobre el altar es obra de Cosimo Fancelli.
La segunda capilla a la derecha, la capilla Cesi, fue diseñada por Antonio da Sangallo el Joven, y tiene una muy fina decoración renacentista sobre el arco externo obra de Simone Mosca, así como dos pequeños frescos, la Creación de Eva y el Pecado original por Rosso Fiorentino.
La primera capilla a la izquierda (capilla Ponzetti) tiene destacados frescos renacentistas obra de Baldassarre Peruzzi, quien es más conocido como arquitecto. La segunda capilla tiene mármoles tomados de las ruinas del templo de Júpiter Capitolino. Es admirable el monumento al obispo Giovan Andrea Boccaccio, obra renacentista del escultor lombardo Luigi Capponi, seguidor de Andrea Bregno.
La tribuna tiene pinturas de Carlo Maratta, Peruzzi, Orazio Gentileschi, Francesco Albani y otros.
El principal rasgo de la iglesia es, sin embargo, el claustro de Bramante. Construido en 1500-1504 para el cardenal Oliviero Carafa, fue la primera obra de Donato Bramante en la ciudad. Tiene dos plantas, en la primera los arcos se apoyan sobre pilastras, y en la segunda sobre pilastras y columnas.
Es obra importantísima porque, por vez primera, aparecen los cuatro órdenes de la antigüedad (toscano, dórico, jónico y corintio) superpuestos. El claustro tiene una arquitectura a la romana, con pilastra y arcos, y presenta ya un lenguaje radical: es muy severo y carece casi de decoración, en esto Bramante se aparta del periodo milanés, durante el cual realizada obras muy decoradas.
El claustro es sede de exposiciones de arte contemporáneo.
Notas
(1) Aquarizariis: «de los aguadores», de quienes Roma dependía después de que se rompieran los acueductos.
(2) Sixto IV quedó impresionado por el acontecimiento, e hizo el voto de que si la conjura de los Pazzi, en la que estaba de algún modo implicado, no llevó a la guerra que se temía, habría hecho construir en este lugar una gran iglesia dedicada a la Virgen.
(3) Quedaron inacabados a la muerte de Rafael en 1520 y los frescos los completó, basándose en sus dibujos, Sebastiano del Piombo. El ayudante de Rafael Timoteo Viti pintó los cuatro profetas.
(fuente: wikipedia.org)
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