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martes, 17 de diciembre de 2013

17 de diciembre: Nuestra Señora de Amiens

La Catedral de Notre-Dame de Amiens —en francés: Cathédral Notre Dame d'Amiens— es una iglesia catedralicia de culto católico bajo la advocación de Nuestra Señora en la ciudad de Amiens del departamento del Somme; la catedral gótica que cerró el ciclo de catedrales del período gótico clásico. Su construcción se inició en 1220, sobre otra anterior de arquitectura románica destruida por un incendio. Fue diseñada con una planta de cruz latina y más tarde entre 1366 y 1401 fueron construidas las torres que se encuentran en ambos lados de su fachada principal.

Tiene el crucero centralizado y la nave central está decorada con un rosetón sobre un friso de esculturas que recorre el frontal oeste. La fachada occidental consta de tres pórticos monumentales con profundas arquivoltas, rematadas con gabletes. Esta fachada muestra un gran programa iconográfico de esculturas que comprende buena parte de los episodios del Antiguo y Nuevo Testamento, por lo que es conocida como la «Biblia de Amiens».

Construida bajo la influencia estilística de Notre-Dame de París y Notre-Dame de Chartres, es la mayor y más alta de todas las catedrales góticas francesas —alcanza los 42,3 m bajo bóveda, cerca del máximo soportable para este tipo de arquitectura.

Incluye también elementos de las fases siguientes del estilo gótico, del gótico radiante en particular la cabecera y del gótico flamígero el rosetón, la bóveda septentrional, la galería entre el coro y el trascoro y los estalos. Su longitud en el exterior es de 145 metros. Fue declarada monumento histórico en Francia desde 1862 y está registrada desde 1981 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


Historia

La catedral actual ocupa un emplazamiento donde anteriormente hubo varios templos sucesivos. El primer edificio data de finales del siglo III, en la época galo-romana, y durante los siguientes nueve siglos se construyeron varias catedrales. Varias veces el fuego las redujo a cenizas. Este fue quizá el caso en el año 850, durante la invasión normanda, a continuación en 1019 y nuevamente en 1107. Después de este siniestro una nueva iglesia, románica, fue erigida en 1152 y consagrada por el obispo de Reims, de la que no se posee ningún documento para determinar cómo era.

El 17 de diciembre 1206, un caballero cruzado de Picardia, llamado Wallon de Sarton, canónigo de Picquigny que durante la cuarta cruzada en el sitio de Constantinopla por los cruzados en 1204 había logrado robar la reliquia del cráneo de San Juan Bautista, que transportó a Amiens donde fue recibido por el obispo Richard Gerberoy. Muy rápidamente, la reliquia fue objeto de un peregrinaje importante, muchos príncipes franceses y extranjeros fueron a honrarlo. Pero la cabeza del santo atrajo también a personas afectadas de sordera, mudez, ceguera y sobre todo a las personas con el «mal de San Juan», es decir, que padecían epilepsia. Esta afluencia dejó rápidamente muy pequeña la catedral románica.

En 1218, un rayo cayó sobre la torre de la antigua catedral y prendió fuego a las estructuras. El techo ardió con una rapidez asombrosa, y pronto se derrumbó todo el edificio por las llamas. El obispo Évrard de Fouilloy decidió levantar una nueva catedral, no sólo mucho más grande y más bella que la anterior, sino también sin precedentes entre los otros santuarios de la cristiandad. También era necesario que la nueva catedral, con su programa iconográfico, fuera un verdadero libro en piedra que promoviera la enseñanza de la religión al pueblo cristiano, así es como se habla de la «Biblia de Amiens». Y frente a este enorme desafío, como arquitecto, el obispo escogió a Robert Luzarches.


Construcción de la catedral (1220-1288)

Su construcción fue muy lenta; por su grandiosidad y por otras dificultades, como la compra de los terrenos necesarios. La obra se inició por el transepto sur en 1220. Poco antes la población de la ciudad había aumentado considerablemente; las murallas fueron ampliadas hacia el este en 1190 y poco después, en 1193 hacia el sur. La cimentación supuso trabajar a nueve metros bajo tierra —una de las cimentaciones más profundas y seguras de las catedrales europeas—. Cuando se realiza la catedral había una serie de edificaciones en sus inmediaciones: al este —(zona de la cabecera del templo— la muralla, que hubo que comprar los terrenos al municipio para trasladarla; al norte —zona del transepto norte— un hospital dedicado a San Juan Bautista, que hubo que trasladar; al noreste —entre el transepto norte y la cabecera— había una iglesia dedicada a San Fermín el confesor.5 El cabildo catedralicio pensaba utilizar temporalmente el coro de la antigua iglesia románica. Contrariamente a la norma común, el trabajo se inició por la nave,—aunque otras catedrales fueron empezadas también por la nave, como la catedral de Soissons o la catedral de Tournai— desde la fachada occidental, por las dificultades encontradas con el derribo de la antigua iglesia de San Fermín.

En el siglo XIII, durante el período del reinado de Felipe II de Francia, Amiens vivió una gran prosperidad. La ciudad aprovechó la ventaja de la proximidad de Flandes, cuyo negocio textil estaba en auge, y que tenía las «ferias de Champagne» que se organizaban semanalmente también muy cercanas. Fue el comercio de la planta yerba pastel, que se utilizaba para teñir telas y era cultivada en la región, lo que aseguró a la burguesía de Amiens la base de su fortuna. Amiens tenía el monopolio y el obispado de Amiens participó en la prosperidad general. Los generosos colaboradores no faltaron, y los recursos de la diócesis permitieron financiar este gigantesco proyecto.

Robert Luzarches y el obispo Evrard Fouilloy fallecieron en 1222, y el nuevo obispo, Geoffroy d'Eu, confió el seguimiento de las obras a Thomas Cormont. Las donaciones llegaban de todos lados y la construcción avanzó rápidamente. En 1228, los muros de la nave ya se encontraban en el nivel del nacimiento de las bóvedas; ese mismo año Renaud Cormont sucedió a su padre como contratista principal y la nave se completó alrededor de 1230. En 1236, a la muerte de Geoffroy d'Eu, la gran fachada se elevaba hasta las cornisas situadas por encima de la cubierta y la base del crucero estaba construida. El nuevo obispo Arnoult comenzó el coro y las capillas radiales. Pero a partir de 1240, el presupuesto se había agotado y los trabajos se fueron haciendo más lentos. Se pudo, sin embargo, completar la girola, donde Arnoult fue enterrado en 1247.

El siguiente obispo, Gerard de Coucy, no impulsó mucho los trabajos, que se redujeron bastante entre 1247 y 1258. Ese año la catedral sufrió un incendio que devastó las capillas absidiales, el incidente tuvo el efecto de mover el entusiasmo de los constructores y mecenas, y se reanudaron los trabajos a buen ritmo hasta 1269, que fue cuando el coro se terminó. La catedral gótica, por tanto estaba terminada, aunque las torres no fueron completadas. Casi dos décadas más tarde, el obispo Guillaume de Mâcon todavía elevó una flecha (la primera) y realizó varias pequeñas modificaciones en el coro y en el ábside, estos trabajos se terminaron en 1288. Ese año, se creó el «pavimento del laberinto», todavía bajo la dirección de Renaud Cormont.

El año 1288 es la fecha que se utiliza como el final de la construcción de la catedral. Aunque las torres de la fachada no se habían terminado, en general, sin embargo, la edificación se había realizado bastante rápida en sus construcciones principales, esto le da una unidad arquitectónica a la catedral de Amiens, que rara vez existe en otras catedrales. La construcción de la catedral de Amiens fue muy importante para el desarrollo de la racionalización de los trabajos medievales y la talla en serie de las piedras. Desde el inicio de la construcción, Robert Luzarches había diseñado cuatro tipos diferentes de piedras que fueron producidas en serie. Las piedras utilizadas provenían especialmente de las grandes canteras de Picquigny que pertenecían a los canónigos de esta parroquia. Un contrato que data de 1234 y que ha sobrevivido, informa la imposición de cincuenta libras parisinas durante once años para pagar a los canónigos de Picquigny. También se utilizaron piedras de las canteras de Croissy, Bonneleau y Doméliers, todas fueron transportadas por barco por el río Somme hasta la ciudad de Amiens.


Desde 1288 hasta 1499

Desde 1290 a 1375, se construyeron las capillas laterales, no previstas en el plano original. Para su construcción se tuvieron que alargar los contrafuertes de las naves y en los espacios resultantes se colocaron las capillas. Son once en total, seis en el lado del Evangelio y cinco en el lado de la Epístola, las más antiguas se realizaron desde el transepto hacia la fachada occidental.

La torre sur de la catedral se completó en 1366. La torre norte, que planteó algunos problemas, debido a la inclinación del terreno en 1375 debió de pararse su construcción, hasta que finalmente en 1402 se logró su coronación. En 1385 se celebró en la catedral la boda de Carlos VI de Francia i de Isabel de Baviera-Ingolstadt. El duque Carlos I de Borgoña, ansioso por capturar Amiens había establecido, en 1470, su campamento en Saint Acheul. Según explicó Olivier de la Marche, quedó tan deslumbrado por la grandeza del templo que prohibió expresamente a su artillería disparar contra el edificio.

En 1498, Pierre Tarisel fue nombrado maistre des ouvrages de maçonnerie —maestro de obras—. Se dio cuenta de que un desastre inminente se estaba preparando y que podía provocar graves daños en la catedral. En esa época, ya se había olvidado el desastre que ocurrió en 1284 en la catedral de Beauvais, donde la parte central correspondiente al coro de 47 metros de altura, se había derrumbado. Se realizaron obras de emergencia para fortalecer los contrafuertes de la nave y el crucero. Además, los grandes pilares del crucero recibían la carga de los grandes arcos elevados a 42,30 metros. Pierre Tarisel, rodeó casi todo el edificio de una cadena de hierro fabricada en España. Esta cadena que pasa por el triforio de la nave y los transeptos, rodeando casi todo el edificio —sigue estando hoy en día— se hizo en poco más de un año para resolver el problema. La catedral fue por lo tanto, no sólo salvada en el momento de la época de una destrucción segura, sino que se consolidó para para los próximos siglos.


Desde 1500 a la Revolución

Desde 1508 hasta 1519 se llevó a cabo la creación de la magnífica sillería del coro. Su número original era de 120 asientos que ha quedado reducido a 110. En 1528, la torre de la catedral fue destruida por un rayo y se procedió a construir una nueva. Su altura se encuentra en 112,70 metros sobre el suelo.

El rosetón occidental, cuya cima está situada a 42 metros, fue reconstruido en el siglo XVI en estilo gótico, por orden del alcalde de la ciudad.

En el siglo XVIII, se procedió a una revisión importante de la decoración del coro. Así que el coro alto fue destruido en 1755 y el cierre del coro del siglo XV, fue al mismo tiempo en gran parte derribado y reemplazado por una reja, de Jean Veyren de acuerdo con los planos de Michel-Ange Slodtz. Esta obra maestra fue terminada en 1768. Estatuas y una notable cátedra barroca también fueron realizadas, todas estas innovaciones agotaron los presupuestos, y con ello el mantenimiento del edificio se descuidó gravemente. Las reparaciones se hicieron en los arbotantes del coro, pero por falta de dinero se dejaron pasar otras cosas necesarias.

Durante la Revolución francesa, Notre-Dame de Amiens sufrió poco en comparación con otros templos franceses. La población supo conservar su patrimonio de los atentados por los vándalos de la Revolución, como los que realizaron en 1793 las tropas de Joseph Lebon en la cercana ciudad de Arres.11 Hubo unas pocas flores de lis, algunas cruces e incluso algunas estatuas que fueron eliminadas —incluyendo los pináculos de la sillería del coro que mostraban también una decoración con flor de lis—. Las grandes y pequeñas estatuas de diversos portales, así como la galería de los reyes se mantuvieron intactas. La catedral se convirtió en un «Templo de la Razón y la Verdad». Hoy podemos ver la estatua de Santa Genoveva, convertida en «Diosa de la Razón», en el altar de la capilla de Nuestra Señora del Puy, en la parte izquierda del brazo sur del crucero.


Desde la Revolución hasta el siglo XX

En el siglo XIX, Eugène Viollet-le-Duc, que había elaborado un informe sobre el alarmante estado de mantenimiento de la catedral, poco o nada conservada durante los siglos XVIII y XIX, procedió a una restauración a veces polémica del edificio, a lo largo de un período de veinticinco años. De hecho, hay elementos que incorporó al monumento que en la Edad Media nunca había poseído. Por ejemplo, en la parte superior de la fachada principal, construyó una galería para comunicar las dos torres: la galería de los Sonneurs.

En julio de 1918, en la última ofensiva alemana en el oeste de Francia, la catedral fue atacada por el fuego de las tropas imperiales alemanas. Pero ante la insistencia del papa Benedicto XV, los alemanes cesaron de tomar el templo como un objetivo. La catedral fue salvada y poco después, el ejército alemán se retiró quedando todo en orden. En mayo de 1940, durante el bombardeo alemán que afectó seriamente la ciudad, la catedral fue también casi milagrosamente salvada.


Reliquias de San Juan Bautista

La catedral conserva, entre otras, dos reliquias pertenecientes presumiblemente a san Juan Bautista, que hizo que el templo se convirtiese en la Edad Media en uno de los puntos más importantes de peregrinación de Europa.

Una reliquia consiste en un trozo de astilla del hueso del cráneo, que se presume que perteneció a san Juan Bautista. Se presenta a través de una ventana, en un relicario de madera con vidrio, en el crucero norte.

La parte frontal de un cráneo —salvado de la destrucción que se produjo durnate la Revolución francesa— se conserva en la sala del tesoro de la catedral, cerca de la sacristía. Está considerada como de san Juan, creencia reforzada porque a este cráneo le falta exactamente el trozo de astilla de la misma medida de la que se presenta como reliquia del santo en el crucero de la catedral. Este cráneo fue traído desde Constantinopla en el año 1206 durante la Cuarta cruzada por un canónigo de Picquigny, Wallon de Sarton. La reliquia es de la parte anterior del cráneo, mientras que la parte posterior del cráneo de san Juan, también proveniente del mismo lugar —Constantinopla—, se conserva en la Sainte Chapelle. El relicario consta de una parte de cristal de roca del siglo XIII y la otra parte es una pieza de orfebrería reconstruida en el siglo XIX y realizada por el joyero parisino Rusand-Placide Poussielgue, basado en el trabajo anterior del siglo XVII y que había sido destruido durante la Revolución.

traducido por mallinista 
(fuente: wikipedia.org)

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