La ciudad se llama Saintes, debido a una tradición que cuenta que María Salomé y María Jacob junto a otros discípulos de Jesucristo, se vieron obligados a huir de la Tierra Santa hacia el año 45 de nuestra era. Tomaron un barco sin vela y fueron transportados por las aguas a través del Mar Mediterráneo.
Mucho antes de la llegada de aquellos santos, de hecho, el lugar donde desembarcaron ha sido considerado como un lugar sagrado. Esta tradición fue continuada por los celtas y luego los romanos. Se registra que San Eutropio, siendo obispo en el Siglo III, se edificó la primera catedral por nada menos que Carlomagno. Tiempo después, invasores normandos quemaron dos veces la ciudad durante el Siglo IX. Ricardo Corazón de León se refugió allí en contra de su padre, y el rey San Luis IX derrotó a los ingleses en los llanos próximos a la ciudad.
La Catedral de San Pedro, construida en el Siglo XII, fue severamente dañada por los hugonotes en el año 1568. En 1790, debido a la opresión de la Revolución Francesa, la iglesia está reduciendo a ser sólo un monumento histórico.
Hacen muchos años en el octavo día de la Purificación, las campanas de la Catedral de Saintes sonaron dulcemente. Los sacristanes observaron lo que parecía ser varios hombres desconocidos que sostenían cirios encendidos y cantaban himnos en honor de la Santísima Virgen, Nuestra Señora de las Campanas, que se veneraba en una capilla de la iglesia. Al acercarse los sacristanes, esos hombres qdesconocidos empezaron a huir aunque tuvieron tiempo para pedirle al último de ellos que portaban velas encendidas que le dejaran una como prueba del milagro que habían presenciado. Los portadores de luz con gracia cumplen y dejan una de las velas, la cual se dice que está conservada en la iglesia hasta el día de hoy.
traducido por mallinista
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)
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